Facebook cerró un acuerdo con Whatsapp, según el cual van a comprarlo por 16 mil millones de dólares. Para ponerlo en perspectiva, Lenovo compró Motorola por 3 mil millones, mientras que Instagram fue adquirido por Facebook por mil millones.

¿Qué planes tendrá Facebook para pagar un valor que es 5 veces el de una empresa importante y de gran trayectoria como Motorola, por una empresa joven con 50 empleados como Whatsapp?

Antes que nada, para los que quieran conocer los detalles de la compra, 4 mil millones de dólares es la suma que se lleva en efectivo la gente de Whatsapp, mientras que los restantes 12 mil millones serán pagados con acciones de Facebook.

A su vez, 3 mil millones de dólares adicionales serán repartidos entre los fundadores y empleados de Whatsapp mediante acciones restringidas, las cuales pertenecerán a dichos miembros durante 4 años después del cierre de la transacción, sin posibilidad de que estas acciones puedan ser transferidas de ningún modo durante ese tiempo. Teniendo este valor en cuenta, la compra de Whatsapp fue por 19 mil millones de dólares en total, aunque no sabemos que destino tendrán esos 3 mil millones en acciones después del período de 4 años.

Siguiendo con los números, Whatsapp tiene hasta el momento más de 450 millones de usuarios activos por mes, y su número crece al ritmo de un millón de usuarios nuevos por día. Esta velocidad de crecimiento es la que le interesa a Facebook y es posiblemente una de las razones por la que estuvieron dispuestos a invertir tanto capital en la compra.

Al no requerir crear cuentas en otro servicio para poder usarse, Whatsapp es lo suficientemente simple como para ser la primera opción de personas que entran por primera vez al terreno del Internet móvil. No es necesario tener cuentas en Facebook o Twitter, no se requiere una dirección de mail: alcanza con el número de teléfono. Esta misma facilidad es la que está aprovechando Telegram para crecer a un ritmo de 70 mil usuarios nuevos por día en latinoamérica.

Mark Zuckerberg, el CEO de Facebook, asegura que Whatsapp va a seguir funcionando de forma independiente, y que la idea es enfocar la plataforma en que continúe creciendo al ritmo que tiene ahora. No piensan hacer cambios en la monetización de la aplicación a corto plazo: hay casos en los que Whatsapp cobra por suscripción, esto seguirá funcionando de la misma manera.

Si bien esto puede ser decepcionante para algunos, el lado positivo es que no veremos publicidades en Whatsapp como si aparecieron en Instagram luego de que fueran comprados por Facebook. Zuckerberg no cree que la manera correcta de monetizar una aplicación de mensajería sea a través de publicidad, y tiene razón: los mensajes son personales, y las publicidades pueden fácilmente irrumpir en la sensación de intimidad que estas aplicaciones necesitan recrear.

Pero si bien la plataforma no va a ser una vía directa de obtención de ingresos en lo sucesivo, la ventaja está en lo que la compra significa para Facebook: controlar la mayor parte del mercado de la mensajería móvil a nivel global. Además, dejar de preocuparse por competir con su amenaza más seria hasta el momento, implica que puedan enfocarse en otros aspectos al trabajar en el desarrollo de sus aplicaciones móviles.

Esto puede ser positivo para los usuarios: Whatsapp ahora cuenta con el gran respaldo económico de Facebook, lo que significa una futura mejora en la calidad del servicio, y la posibilidad de verlo crecer en características. ¿A quién no le gustaría que Whatsapp incorpore llamadas gratuitas como Skype, o clientes desktop como Telegram?

Sin embargo, lo que Whatsapp gane en características, podemos perderlo en privacidad: la principal fuente de ganancias de Facebook es la venta de información. Si la red social es una gran base de datos cuyos usuarios resignan sus datos personales a cambio de poder utilizar el servicio ¿Qué impide que Facebook obtenga información a través de las conversaciones de Whatsapp igual que lo hace con las de Messenger?

Como algunos recuerdan, Mark Zuckerberg dijo hace tiempo que su intención era “conectar a la gente del mundo”, y si bien la frase suena altruista y casi inocente, el lado oscuro de esa idea es el control que se obtiene al ser el principal intermediario entre las personas que desean comunicarse remotamente entre sí.

La competencia entre plataformas de mensajería, de esta manera, puede resultar severamente dañada: ¿Qué se puede hacer contra un gigante que posee los dos servicios líderes en mensajería? Hoy por hoy las plataformas más cercanas en base de usuarios son Skype, con 280 millones de usuarios activos, y BBM con 80 millones. Entre las dos no logran alcanzar los 450 millones de usuarios de Whatsapp, y ni siquiera estamos sumando la base de usuarios de Facebook.

De la misma manera en que Disney posee Marvel, ESPN y Lucasfilm (entre muchas otras), Facebook ahora posee Instagram y Whatsapp. Servicios que de alguna manera permiten realizar lo mismo que la red social, compartir fotos y mensajes, pero de una manera distinta, especializada. Y van a seguir haciéndolo como hasta ahora, porque Facebook entiende que de esa manera puede atraer a los usuarios que buscan algo distinto a lo que ellos ofrecen.

Sin embargo, a pesar de que podemos entender lo mucho que ganó Facebook con la compra, hay algo que sigue sin entenderse: ¿Por qué pagar la exagerada cifra de 16 mil millones de dólares?

Tal vez alguien más quería comprar Whatsapp. Tal vez otra empresa estaba cerca de lograr un acuerdo y Facebook tuvo que apresurarse a subir la puja para quedarse con la plataforma de mensajería que actualmente domina el mercado. Especulando al respecto, si Microsoft, Yahoo o Google se hubieran quedado con Whatsapp, hoy Facebook estaría teniendo miles de millones de razones para preocuparse.

 

EDIT: como suponíamos, había otra empresa importante tratando de comprar Whatsapp. Tal parece que Google estaba dispuesto a pagar 10 mil millones de dólares por la aplicación de mensajería.