Tal y como comentaba Polly Pop, visité Flickr para saciar mi curiosidad de conocer cuáles son hoy las cámaras más populares. En orden de importancia, el podio se reparte de esta manera: Apple iPhone 4, Nikon D90, Canon EOS 5D Mark II, Canon EOS REBEL T2i y Canon EOS 7D. Como vemos, un smarphone es el dispositivo que más gente utiliza para subir fotos a Flickr, y aunque esta es una estadística acotada, sí marca una tendencia. Detras de él, vienen 4 cámaras DSLR profesionales.
El porcentaje de fotografías tomadas con smartphones ha subido del 17% en 2010 al 27% (que no es poco) en 2011. Por supuesto, se espera que esta tendencia se mantenga, dado que las tecnologías aplicadas a las cámaras incorporadas a los teléfonos cada vez son mejores. Y no hay que ser muy sagaz para imaginarse cómo han caído las ventas de las cámaras compactas…
Pensemos: nunca se han sacado tantas fotografías como en esta época y la gente no sale de la casa pensando “Voy a llevar la cámara para tomar fotos de lo que me encuentre por ahí”, simplemente salen y al ver algo de interés, toman el Smartphone y listo.
A las pruebas me remito: En el gráfico que está a continuación se muestra que más de un 50% de las personas consultadas ha reemplazado su cámara digital compacta por su smartphone para tomar fotografías de momentos divertidos, casuales o espontáneos. Y sólo un 30% ha decidido hacer lo mismo en época de vacaciones. Es un hecho: La gente usa el smartphone para fotografía diaria y la cámara para eventos puntuales.
Nada se pierde, todo se transforma. O dicho de otro modo, este panorama no es del todo desolador para las cámaras fotográficas y sus fabricantes, dado que durante 2011 ha aumentado entre un 12% y un 16% la venta de cámaras semi-profesionales y profesionales. ¿Cómo es esto? Leyendo y analizando un poco, se puede observar que los precios de este tipo de cámaras se han hecho más accesibles, y la gente que no se conforma con la fotografía doméstica y quiere profundizar un poco más, se inclina a adquirir este tipo de cámaras.
Afortunadamente, se está desterrando del “inconsciente colectivo” la idea de que este tipo de cámaras son sólo para quienes “saben mucho de fotografía”. De hecho, es cierto que quienes tienen un conocimiento profundo de las herramientas que ofrecen las cámaras profesionales, pueden sacarle mucho más provecho a las mismas. Pero un usuario con un mínimo conocimiento, espíritu inquieto y deseo de aprender y experimentar, puede tranquilamente encontrar información suficiente en Internet como para utilizar gran parte de los recursos que una cámara semi-profesional o profesional puede ofrecerle, mejorando notablemente la calidad de sus tomas. Sólo hace falta proponérselo.
Éste es exactamente mi caso personal. No tengo la intención de convertirme en un fotógrafo profesional, pero sí deseo poder controlar, por ejemplo, la profundidad de campo mediante variables como la velocidad de obturación y apertura de diafragma para lograr bellos efectos en mis tomas personales. Es por eso que compré, gracias al consejo de Polly, una Nikon P100: Muchas de las herramientas de las DSLR, con un zoom más que conveniente, buen sensor, buenos lentes y un precio muy razonable. Un escalón intermedio entre las compactas y las profesionales; aunque más cerca de estas últimas. Por el momento siento que me sigue quedando grande, pero la calidad de mis fotos mejoró increíblemente.
No puedo aventurarme a dar una profecía, esta humilde columna sólo intenta analizar los hechos tecnológicos desde el punto de vista del usuario hogareño. Pero todo indica que se acerca el ocaso del reinado las cámaras digitales compactas.
Pareciera que el razonamiento del consumidor podría definirse entre dos direcciones, de acuerdo a la situación: Si el motivo que impulsa la toma fotográfica se da de repente o es inesperado, se usa el Smartphone para tomar la instantánea y eventualmente compartirla. En cambio, si la situación puede planearse de antemano (Vacaciones, eventos, fotos con fines específicos, etc.), los consumidores parecerían inclinarse a hacer algo más “Profesional”.
Para ilustrarlo: Es obvio que si estoy de vacaciones y quiero tomar unas fotos del amanecer, paisajes con bellos colores, panorámicas o incluso fotografías familiares cuya calidad quisiera que fuese óptima para poder guardar un buen recuerdo, la idea sería usar una cámara digital DSLR o al menos una semi profesional apropiada. Ahora bien, supongamos que salí a comer afuera y quiero que mis amigos de Twitter envidien el plato sofisticado de cocina molecular que acabo de pedirme. Para este caso, bastará con una foto tomada desde la cámara del celular y subirla a la nube.
Bien lo dijo una analista: «Los consumidores fueron más propensos a utilizar sus teléfonos celulares para tomar foto, en lugar de una cámara compacta, al capturar momentos espontáneos. Sin embargo, para los eventos importantes, las cámaras de fotos digitales fueron en gran medida el dispositivo de su elección.» Y me permito agregar que, en este último caso, cada vez son más los que, como mencioné recién, están eligiendo cámaras de alta gama para lograrlo.
Así está el panorama con respecto a la fotografía digital. ¿Vos que opinás? ¿Cómo es en tu caso particular? Te espero ansioso en los comentarios para conversar sobre el tema.
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