El turismo gastronómico es cada vez más popular, y me parece que tiene todo el sentido del mundo: no hay mejor forma de conocer un lugar que a través de sus sabores.
Pero, ¿qué pasa en una ciudad como Miami, donde tantas culturas conviven en un solo lugar? Lo que pasa es que tenemos muchas opciones de nivel para degustar platos de distintos estilos, y volver a casa como si hubiésemos dado la vuelta al mundo (o, al menos, al continente) a través de nuestro paladar.
En mi último viaje a Miami tuve el placer de visitar algunos de los restaurantes mejor calificados de la zona y degustar sus menús. Estos son 5 de los mejores lugares para comer en Miami:
Los Fuegos
Comida argentina y sudamericana, de la cabeza del chef Francis Mallmann en el exótico hotel Faena.
La inspiración de Mallmann nace de la pasión por el arte antiguo de la cocina sudamericana de fuego vivo, y en Los Fuegos nos lleva a una experiencia de asado contemporánea con una cocina de fuego abierto, ingredientes locales y un toque gaucho para transformar las recetas rústicas tradicionales en platos sofisticados y sabrosos.
Recomendados: el pulpo a la parrilla como entrada, la short-rib como plato principal (vayan con hambre porque además de deliciosa, esa costilla es gigante) y el panqueque con dulce de leche de postre. Si se están preguntando si realmente vale la pena un panqueque con dulce de leche de postre en un restó como este, créanme que sí: tiene un giro de tuerca delicioso.
La sorpresa: si avisas que vas para una ocasión especial (como un aniversario), te dejan un mensaje especial en el plato del postre. Casi me puse a llorar de la emoción.
La Mar
La Mar es el restaurante del prestigioso chef Gastón Acurio, que soñaba con conocer (¡y saborear!). Aquí se puede probar los sabores auténticos y variados de la gastronomía peruana, con vistas a la bahía Vizcaína y a la ciudad de Miami.
La experiencia se complementa con su diseño moderno y sus elaborados platos de ceviche y de anticuchos a la parrilla, así como con sus cócteles, que son la especialidad de la casa.
El menú incluye una categoría exclusiva de cocina novoandina, diversos platos donde se fusionan la tradición culinaria peruana y la asiática y el tradicional ceviche de marisco.
La sorpresa: tiene un menú de almuerzo express, pensado para quienes trabajan en la zona pero que puede aprovechar cualquiera, que contempla entrada, plato principal (degustación de 3 platos diferentes) y postre por solo 50 dólares. Y también hay brunch los fines de semana; tiene una excelente reputación pero no pude probarlo.
Biltmore Academia Culinaria
¿Y si en vez de buscar al chef perfecto, intentan convertirse en uno? En el hotel Biltmore se puede hacer la experiencia de la Academia Culinaria para preparar, en grupo, platos de alto nivel gastronómico bajo la tutela del chef principal del hotel.
No quiero decir nada, pero el simmered pork a cargo mío y de Amanda, fue el plato más rico. Y el puré de banana, ¡una delicia inesperada!
La sorpresa: Si pudo hacerme cocinar a mí, puede hacer cocinar a cualquiera. No solo fue divertido, sino que te hace apreciar mucho más todo el esfuerzo que hay detrás de la creación de los platos que comemos en los restaurantes de nivel.
Verde
Verde no es un restaurante típico de museo: con la Chef Kaytlin Dangaran a la cabeza, Verde es un bistro moderno con un menú de inspiración local, ubicado en el Perez Art Museum Miami.
La Chef Kaitlyn es conocida por sus raviolis hechos a mano y el uso constante de ingredientes frescos y de temporada en sus platos. Además, se especializa en la curaduría de menús únicos inspirados en las actuales exposiciones y artistas del PAMM.
La sorpresa: comer afuera con vista a los hermosos jardines colgantes y el agua a la distancia.
Recomendado: no se puede pasar por Estados Unidos sin comer hamburguesas, y la de Verde es una delicia digna de ser exhibida en el museo.
BLT Prime
En el tradicional hotel Trump National Doral está el restaurante BLT Prime, que no solo cuenta con un menú riquísimo, sino una vista panorámica del campo de golf Blue Monster. Cuando estuvimos de visita lo describieron como una vista «de mil millones de dólares», y no están equivocados: es realmente impresionante.
Cuando visité estaban por cambiar el menú, y tuvimos el gusto de probar las novedades antes de que estén disponibles (que imagino que al momento en que ustedes lean esta nota, ya serán parte del menú habitual): popovers, Wagyu Ribeye americano, bife Porterhouse, con acompañamientos como crema de espinacas, puré trufado u hongos del bosque.
Recomendado: la carta de vinos y los postres de chocolate.
Bonus: Malibu Farm
Malibu Farm abrirá sus puertas pronto dentro del Nobu Eden Roc, en lo que será uno de los pocos restaurantes de Miami con vista al océano. Pero como parte de mi viaje pude degustar el menú de antemano. ¡Afortunada yo!
La sorpresa: un buen restaurante es 50% comida, 50% experiencia. Y en este caso, además de que la comida es fresca y deliciosa, la ambientación y el excelente servicio lo llevó a otro nivel.
Palabras finales
Buenos lugares para comer en Miami hay muchos, y esta lista está lejos de ser exhaustiva. Pero es un buen puntapié para conocer algunos de los mejores restaurantes y probar sabores diversos de la mano de los mejores chefs.
¡Bon appetit!
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