Desde hace bastante tiempo que venía sin entender algo: ¿cómo puede ser que sienta que no tengo tiempo para escribir, si igual le dedico un montón de tiempo al blog?
«No tener tiempo» y «dedicarle un montón de tiempo» son, por supuesto, dos sensaciones absolutamente subjetivas. Mi frustración viene de no estar distribuyendo el tiempo en forma consciente, sin haberme dado cuenta.
Si yo llegase a casa del trabajo y, conscientemente, eligiese no escribir para sentarme a ver series o jugar videojuegos, no sería un problema. El tema es que cuando llego a casa sigo haciendo cosas, y sin embargo esas cosas no se traducen en posts o en algo que me dé satisfacción.
Hoy me cayó la ficha de qué es lo que me está pasando: el tiempo que le dedico al blog es un 80% de responder emails a comunicados de prensa, aceptar o rechazar oportunidades, filtrar spam de cosas que valgan la pena, y tratar de cumplir con las expectativas de los demás en general.
«Los demás» que aparte ni siquiera suelen ser personas con las que tenga una relación. Visto así, qué fácil es desanimarse, ¿no? Más para alguien que suele sentir mucha presión por cumplir con las demandas de otros.
Así que tomé una decisión: voy a reducir mi interacción con emails no solicitados a lo mínimo indispensable. Chequearé comunicados de prensa solo si me sobra tiempo, responderé consultas si y solo si no son googleables, y trataré de dejar de sentirme culpable cuando no pueda ir a un evento, por más que agradezca muchísimo cada invitación.
Siempre me da miedo que tomar este tipo de actitudes pueda ser percibido como altanero o maleducado, pero lo cierto es que mis tiempos y mis prioridades no son las mismas que hace 5 años. Ni siquiera que hace 2. Y no me tendría que sentir culpable por reacomodar mi vida en forma acorde.
Vale la pena mencionar que aunque hay un montón de aplicaciones que son muy buenas para el manejo de emails (The Email Game y Mailbox son de mis favoritas), lo que necesito no es un sistema mejor para manejar esta cantidad de emails, sino un cambio de paradigma mental que me permita priorizar lo que es verdaderamente importante en mi vida. Ya saben, que lo urgente dé paso a lo importante.
Estaba pensando quizás hacer una respuesta automática, o al menos «enlatada», pero no se me ocurre qué podría decir. «Hola, te voy a responder sólo si me interesa» es brutalmente honesto pero también maleducado.
¿Cómo lo manejan o manejarían ustedes?
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