Esta semana la noticia tech fue que los mensajes de Whatsapp ahora son «más seguros» pues están cifrados de extremo a extremo (o, como decimos algunos en spanglish, encriptados).
¿Pero, qué significa esto? Contrario a lo que la mayoría puede pensar, no significa que es más difícil que alguien que agarre tu celular te lea los mensajes. Eso sigue igual que siempre. Lo que significa es que solamente las personas que tengan el celular desde el que se mandó, y el que lo recibió, podrán verlo, pero nadie más. Ni Whatsapp (aunque los mensajes viajen a través de esa app), ni Facebook (que es la compañía dueña) y ni siquiera la Justicia en caso de requerirlo (para bien o para mal).
Según La Nación:
un sistema de cifrado de datos extremo a extremo, [significa] que la encriptación de los datos es completa desde que se envía hasta que se recibe la información[…]. No es lo mismo que hablar de un cifrado de punto-a-punto; aquí está cubierto todo el camino de la información.
En la práctica, esto significa que sólo el recipiente del mensaje (de texto o de voz) o del archivo enviado será capaz de verlo; ni siquiera Whatsapp (o Facebook, dueña de la compañía desde 2014) tiene acceso a esos datos. Esto último es clave para, según la compañía, proteger la privacidad de sus usuarios y enfrentar los pedidos de la Justicia para acceder a la conversación de una persona.
«La gente merece seguridad. Hace posible que nos conectemos con nuestros seres queridos. Nos da la confianza para decir lo que pensamos. Nos permite comunicar información sensible con colegas, amigos y otros. Estamos contentos de hacer nuestra parte en mantener la información de la gente fuera del alcance de hackers y cibercriminales», afirmó Jan Koum, el creador del mensajero, en su cuenta de Facebook.