Durante las últimas semanas he tenido el placer de tener conmigo una Samsung Galaxy Tab, para poder probarla y así contarles mi experiencia de uso con la misma, que espero les sirva para conocer más «en vivo» al producto y tener en cuenta los detalles más cotidianos al momento de decidir si se quieren comprar una.
A riesgo de que no lean el resto del informe, no puedo evitar decirlo con todas las letras y de entrada: la Galaxy Tab es un excelente dispositivo, altamente recomendado, que no tiene nada que envidiarle al iPad (y lo dice la dueña de una de las tablets de Apple). Aunque no iría tan lejos como para declarar a una como ganadora sobre la otra, puedo asegurarles que con cualquiera de las dos quedarán satisfechos, y la elección tendrían que hacerla basándose en algunas diferencias claves que servirán mejor a uno u otro, dependiendo de para qué la quieran. No son dispositivos iguales, de hecho son bastante diferentes, con lo cual cada uno sirve a distintos propósitos y estilos de vida.
Para empezar, la Galaxy Tab es liviana (solo 380gr) y más pequeña que el iPad. Esto hace que sea mucho más cómodo llevarla encima, a las chicas nos entra casi en cualquier cartera, y es más cómoda para tener en la mano: con una sola nos alcanza sin otro punto de apoyo. Algo que me gustó de esto es que también me da más sensación de seguridad: al ser más pequeña, es más fácil de disimularla en espacios públicos. Por ejemplo, he viajado en transporte público leyendo libros desde la Galaxy Tab.
Hablando del tamaño, el mismo es ideal para leer, especialmente libros (o e-books). Yo le instalé la aplicación de Kindle (que también tengo en el iPad) y teniendo los dos dispositivos a mi disposición, la Galaxy Tab es mi elección para el momento de lectura. La definición del texto es impecable y el tamaño (como un libro de bolsillo), sumamente cómodo.
Después está el sistema operativo, y aquí es una cuestión de gustos y costumbres. Como yo tengo un teléfono con Android, me resultó sumamente fácil adaptarme al uso de la Galaxy Tab, que viene con un brillante Android 2.2 con todos los chiches. Esta plataforma nos permite más libertad que iOS, aunque no tiene todas las mismas aplicaciones disponibles (como Flipboard).
El sistema está muy bien adaptado para una tablet (es decir, no es el mismo exacto que en los teléfonos) y tiene funciones muy útiles como un administrador de aplicaciones que nos permite ir cerrando aquellas que no queramos que se ejecuten en segundo plano. La mayoría de las aplicaciones que probé se adaptan muy bien a la pantalla de 7 pulgadas que porta la Galaxy Tab, con una definición impecable y que da gusto (más cuando hemos estado viendo las mismas aplicaciones en pantallas más chicas). Solo hay algunas que no están listas para esta definición (como la del Weather Channel, o LaterDroid) y ahí es una pena porque se desaprovecha el espacio de la pantalla.
Una de las grandes novedades es la posibilidad de instalarle Flash 10.1, para poder navegar páginas con Flash con total tranquilidad. Aunque al comienzo tenía mis dudas, debo decir que no solo se integra perfectamente, sino que la velocidad de carga no tiene nada que envidiarle a la de una PC.
Flash significa, por supuesto, que se pueden cargar juegos online desde la tablet. No lo recomiendo demasiado porque ahí sí se pone un poco lento, pero da cierto gusto ver algunos jueguitos adictivos (como CityVille) en la palma de la mano y ejecutándose sobre Android:
Algo que me llamó poderosamente la atención es que la Samsung Galaxy Tab ¡¡tiene TV!! Al costadito podemos sacarle una antena y sintonizar canales de aire y digitales que en buenas condiciones de ambiente se ven con una calidad muy buena. De chica hubiese dado todo por tener algo así, por cierto, es el tipo de cosas que me hacen dar cuenta que «el futuro» está acá (no se me rían con la frase, solo piensen en cuando eran chicos, se imaginaron tener en la mano algo del tamaño de un libro en donde puedan ver la tele?). La sintonizadora engancha canales de aire y/o digitales; esto nos deja con un repertorio no muy amplio, pero tampoco despreciable.
La cámara (tanto de fotos como de video) es muy buena, y con sus 3MP (con autofocus y flash LED) le pasa el trapo a los 5MP de mi Motorola Milestone. Además, con una pantalla de 7 pulgadas para ver a qué le vamos a tomar la foto podemos tomar imágenes realmente buenas. Delante tiene una cámara de 1.3MP para realizar videollamadas.
Otro punto que me llamó la atención es la precisión del GPS, con una exactitud que hasta me dio un poco de impresión. Si quieren aprovechar esto al máximo, no pueden dejar de instalar Google Maps, que en su última versión trae grandes funcionalidades de ubicación y navegación. Esto, sumado a un sistema de posicionamiento tan preciso y una pantalla de 7 pulgadas
El resto de las especificaciones incluyen WIFI, GPS, Bluetooth 3.0, reproducción de video Full HD (1080p), 16 GB de memoria interna, soporte de MicroSD de hasta 32GB, 512 MB de memoria RAM, procesador de 1.2GHz y batería de 4,000 mAh. Además, con una tarjeta SIM, sirve como teléfono, pero confieso que no logré realizar ni una llamada exitosamente.
Ahora bien, vamos a los números. El dispositivo se puede adquirir a un precio de $3.999, con un plan de datos IM Control de $129 de Movistar que posee 200 sms y 3Gb.
A modo de conclusión, mi experiencia final con la Galaxy Tab ha sido sumamente positiva, destacando sobre todo la practicidad de tener Android (que para mi es como una continuación de mi teléfono), y el tamaño y peso, que son prefectos para llevar encima todo el día sin notarlo.
Si quieren, pueden ver toda la galería de fotos que le tomé en mi cuenta de Flickr (gracias Mauro por prestarme la cámara, hice lo que pude con ella) – Temporalmente no disponible
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