Como todos los inicios de año, los amantes de la tecnología estamos ansioso por ver cuáles serán las primeras presentaciones de las multinacionales de cada sector, tanto en smartphones, notebooks, televisores, en fin, cuál será la tendencia ese año.
En febrero da comienzo una de las convenciones más importantes en el mundo de la tecnología, el CES, en Las Vegas, Nevada. Y como cada año, las empresas presentaron sus productos al público, más allá de que probablemente semanas antes ya se habian filtrado con lujo de detalle prácticamente -algo muy corriente hoy en día, y que personalmente me desagrada, ya que le quita un poco la emoción a las keynotes de dichos productos-, incluso fotos, pero los geeks hacemos caso omiso y estamos atentos a todo lanzamiento.
Dentro del mercado de smartphones, una de las primeras en presentar sus flagships fue Sony, quien nos introdujo el Xperia Z y su hermano, el ZL. Unas cuantas semanas más tarde, llegaron Samsung y HTC, con el Galaxy S IV y el One, respectivamente, lo que puso en jaque las ventas de Sony, dejando al Z y ZL prácticamente en un segundo plano.
Por esa época (marzo-abril) me tocó viajar a Europa, por lo que aproveché a cambiar el teléfono -venía de una experiencia horrible con un Motorola de gama baja; don’t ask! :P-, convencido decidí darle una oportunidad a Sony y su Xperia Z; y si bien dí vueltas durante un buen tiempo sobre la idea del review, quería despejar un poco todo lo que se comenta sobre el teléfono y hacer una especie de late review.
Ya llevo poco más de medio año con él, utilizándolo todos los días como dispositivo principal, por lo que mi opinión no la formulé en un review de 48hs con él, como está tán de moda hoy en día; mis altos y bajos en la experiencia de usuario con este dispositivo a continuación, espero disfruten la lectura 🙂
Software
Uno de los puntos que la mayoría de bloggers deja para el final en los reviews es el software. Y si bien a muchos nos encanta hablar de specs, un teléfono es mucho más que eso, y la experiencia pasa desde el SO, siendo lo primero que vemos cuando prendemos la pantalla. Ya habrá tiempo para analizar su interior.
Dando el toque personal a Android, pero sin saturarlo
Si bien Sony llevaba una mala reputación en lo que a cuidado de la UI se trataba, este año la moneda giró 180° y la situación mejoró, pero aún queda camino por recorrer.
Al día de su lanzamiento, el Xperia Z venía con Android 4.1.2 (Jelly Bean), y si bien no era la última versión del SO de Google, Sony prometió su pronta actualización a 4.2.2.
Un detalle a destacar es que Sony no es tan intrusiva en la personificación de la UI de Android, como sí lo son Samsung y HTC, lo que resulta en que el usuario disponga de mayor capacidad de almacenamiento y no que el SO se lleve un gran porcentaje. Más allá de esto, cuando hablamos de interfaces, siempre llegamos a la conclusión de que es un tema de elección personal.
Al fin y al cabo, lo que le importa al usuario final -dejando de lado al geek tech savvy fandroid :P- son los features que pueda ofrecer la marca, el valor agregado al producto que están comprando. En este bote lo tenemos como capitán a Samsung, quién lleva siempre un paso más allá en la cantidad de funciones que se le pueden meter a un teléfono, más allá de que la mayoría los considere gimmicks (funciones para llamar la atención, vamos, el típico showoff ante los amigos, y que al final del día las terminas desactivando porque no las utilizas). En este aspecto, Sony optó por algo más sobrio, por lo que no encontraremos artilugios para edulcorar el SO, pero sí para cuidar la experiencia final de uso, como es el modo Stamina para el consumo de batería, del cual les contaré más adelante en detalle.
Updates
Uno de los puntos fuertes de Sony este año viene por el lado de las actualizaciones, las cuales vienen entregando cada dos meses, por un lado solucionando determinados bugs y por otro brindando mejoras en rendimiento al dispositivo. Android 4.1.2 tuvo 3 updates, y actualmente, tanto el Z como el ZL se encuentran en Android 4.2.2, el cual ya tuvo también una actualización. En cuanto al desempeño, correspondía hablar luego de mencionar los updates, ya que el teléfono ha sufrido altos y bajos en ese aspecto, pero al final del día han logrado conseguir cierta estabilidad, es decir, prácticamente lag-free, velocidad y buen control de temperatura cuando no se lo exige (el cual es importante mencionar debido a la resistencia al agua y relación con el cuerpo de vidrio). Por otra parte, tanto la batería, como la cámara, tienen bastante para mejorar, siendo hoy en día un desempeño promedio, pero no sobresaliente, como se esperaría de un flagship.
Features
Otro punto a favor es que no encontrarán un gran número de apps bloatware, las cuales siempre irán variando de acuerdo a la región donde compren el teléfono. La gran mayoría de ellas puede ser desinstalada sin mayores problemas, pero otras fueron instaladas a nivel sistema (como Facebook, por ejemplo), y si bien para los que siempre rooteamos un Android, no hay complicaciones, para el usuario final tal vez le resulte algo tedioso si no son apps que utilice.
Dentro del paquete de apps instaladas de fábrica, nos encontraremos con aquellas propietarias de Sony. No podía pasar por alto la mención a la aplicación Walkman, uno de los mejores reproductores con los que me crucé en Android, y si bien, probablemente no esté a la altura de alternativas como Poweramp, no he tenido excusa para buscar otra app con la que escuchar música. El equalizador funciona genial, y si le instalan algun mod de audio (les recomiendo PureXAudio, búsquenlo en XDA) incrementará considerablemente la experiencia.
Una de las funciones más útiles, también propia de Sony, es Throw; y así como lo leen, así de literal funciona. Bueno, no van a tirar el teléfono, pero con unos pocos taps van a poder reproducir contenido en variados dispositivos multimedia. Yo lo pude probar con un stereo bluetooth (también de Sony), con el cual sólo bastaba tener el teléfono ya emparejado (en este modelo se puede hacerlo mediante NFC) y guardado para que nos aparezca dentro de la lista de dispositivos al que transferir la música que estamos escuchando.
Hace unos meses, se había filtrado el rumor de que Sony estaba trabajando en una app de localización llamada MyXperia, finalmente en el update a 4.2.2 se hizo oficial. Con ella podrán localizar su teléfono, bloquearlo, e incluso borrar el contenido del mismo. Como siempre es el caso en Android, esta no es la única app que cumple con estas funciones, hace poco tiempo Google sacó su aplicación oficial, y hace años que Cerberus se encuentra en el mercado, por ejemplo. Pero siempre es bueno tener una opción de fábrica y gratuita por las dudas. Para quienes tengan un Dualshock 3, les alegrará saber que ahora podrán utilizarlo oficialmente con su Xperia; lamentablemente no lo pude probar aún, pero no escuché ningún tipo de queja al respecto.
Hardware
Al momento del lanzamiento del Z, allá por Febrero en el CES, todavía no se conocían las nuevas generaciones de procesadores que se encuentran ahora mismo en el mercado, por lo que en un principio, este dispositivo parecería ser tan solo una mejora de los equipos de gama alta que salieron a finales de 2012.
Técnicamente, el teléfono tiene las cualidades internas para afrontar cualquier tipo de app que se le pueda ofrecer a un smartphone con Android. Yendo específicamente a los números, el Xperia Z cuenta con:
- Procesador: Qualcomm MDM9215M / APQ8064, conocido mejor como Snapdragon S4 Pro, quad-core a 1,5 Ghz.
- GPU: Adreno 320
- 2Gb RAM
- Pantalla: LCD TFT 5’’, con una densidad de pixeles de 441ppi y una resolución Full HD (1080×1920).
- Cámara: Lente Sony Exmor RS de 13 megapixels con una apertura de F2.2.
- Sensores: acelerómetro, giroscopio, proximidad y compás.
- GPS con soporte A-GPS y GLONASS.
- Conexión MHL
Se habrán dado cuenta que sigue la linea de hardware del año pasado, pero con algunas características mejoradas, obviamente, Sony tiene que vender, y en este mercado quien no avanza, muere.
Como les comentaba, el hardware como un todo no presenta problemas en lo absoluto en el manejo del día a día de Android, y aunque comparándolo con el Galaxy SIV y el HTC One puede quedar viejo, fabricantes como Motorola nos demuestran, con dispositivos como el Moto X (el cual cuenta con un procesador dual-core), que no hace falta seguir en la competencia de a ver quién le mete más núcleos al procesador del teléfono, sino cómo utiliza esa potencia para brindar una mejor experiencia al usuario. La diferencia en la apertura de apps es de apenas milisegundos, y lo único que logra tener un procesador a más Ghz es consumir toda la batería, algo que trató de mitigar Samsung con su set-up octacore (un cuad-core potente y otro cuad-core para tareas básicas que ayude a ahorrar energía). Los verdaderos cambios en rendimiento los veremos con el lanzamiento del GPU Adreno 330, pero ese es otro tema.
Hay dos puntos fuertes, además del corazón del teléfono (procesador+gpu+ram), que guían a una persona a comprarse tal o cual teléfono: en primer lugar, la pantalla. Hoy en día con dispositivos casi completamente táctitels, salvo 3 botones, la pantalla es el lugar de contacto directo entre el usuario y el producto, por lo que es fundamental que sea de increíble calidad. Y, para la gran mayoría de consumidores, la cámara avanzó posiciones en importancia, sobre todo con las nuevas tecnologías que ayudaron a mejorarlas. El Xperia Z en estos dos aspectos no brilla, pero tampoco queda al final de la cadena alimentaria. Vamos a verlos cada uno por separado.
Cámara
Una de las cosas que esperaba que funcione brillántemente es justamente esta. Sony se había regodeado de su nuevo Exmor RS y su lente de 13 megapixels en el CES, hablando maravillas. La realidad? El software hace atrocidades.
El lente no es malo, per se, pero uno esperaría de una empresa que, entre otras cosas, se dedica casi de lleno en el mercado de fotografía, lucirse en la experiencia que entrega en sus móviles. Como les comentaba arriba, el software de postprocesado de la cámara hace estragos en las tomas. Algo que no han logrado mejorar de una vez por todas en la cantidad de updates que fueron lanzando; y es que, si bien en algunos updates parecería haber mejora en el resultado final de las fotos, la cámara no está a la par de la competencia. Eso sí, no por esto ofrece fotos completamente apestosas. He logrado obtener tomas realmente pasables (a mi entender. Vamos, me apasiona la fotografía pero no soy fotógrafo, ustedes me dirán). Pero como en este aspecto una foto dice más que mil palabras (y no pienso escribirles kilómetros de texto :P), les dejo a continuación una muestra del avance que ha ido sufriendo con cada update la cámara del Z.
Como verán, las fotos no se ven para nada mal, y Sony ha ido trabajando en mejorar de a poco la cámara con alguno que otro update. Por otra parte, los colores que ofrece son acertados a los que percibimos con nuestros ojos, no como otros que por tratar de dar mayor viveza a las fotos les sube el contraste hasta que te explota en la cara. Gustos son gustos. Lo cierto es que con unas buenas apps de edición he conseguido muy buenos resultados, pero sé que podrían ser mucho mejor. Sony, espero que escuches a los consumidores en este aspecto y sigas mejorando los productos que ya has lanzado, sobre todo con el nuevo Z1 presentado en el IFA.
Si quieren comparar cámaras, GSM Arena tiene una increíble herramienta, se las recomiendo.
Pantalla
Si estuvieron leyendo opiniones sobre este teléfono, un aspecto que seguro notaron que pone en descontento a una gran mayoría (por no decir todos) de bloggers de tecnología, es precisamente este.
Como les comenté en el apartado anterior, Sony no solo se dedica al mercado de la fotografía, sino también al mercado de televisores. Dos puntos muy fuertes para la firma Japonesa, pero que no parecen llevarse muy bien con su departamento de desarrollo para móviles. Con 5’’ y 441 ppi la pantalla del Xperia Z provoca sensaciones encontradas (por no decir que se agarran a los golpes). Sí, con esa densidad de pixels es un gozada de eye-candy puro para nuestros ojos. Pero no es suficiente, el TFT deja mucho que desear en el aspecto de colores, que si bien son naturales y no saltan a machacarte los ojos como los AMOLED de los Galaxy, se apreciaría un poco más de contraste y viveza en los mismos.
¡Los benditos ángulos de visión! Por favor, he leído tantas quejas y tantas veces estas palabras que tengo ganas de arrancarme los ojos o cortarle las manos a más de un reviewer. Si, el ángulo de visión de la pantalla apesta, no lo niego, pero sinceramente no sirve para nada más que para que otro pueda ver lo que haces estando al lado tuyo y para que el celular luzca más bonito mientras está apoyado en una mesa o escritorio, punto.
Ahora, si no te molesta ninguno de los aspectos antes mencionados, y dejas de lado la paranóia, encontrarás que la pantalla del Z no es tan mala como parece, cuando la miramos de frente, con el brillo no tan al máximo, y con un buen wallpaper. Esa densidad de pixeles compensa muchos aspectos que le faltan, pero simplemente no alcanza y de vez en cuando querrás tener un AMOLED.
Calidad de construcción
Este es uno de los aspectos que más me llamó la atención y pesó al momento de decidirme por el XZ. Sony decidió optar por una construcción casi completamente de vidrio, recordando mucho a la calidad del iPhone 4, que da un aspecto sobrio y hace sentir al usuario que el precio que pagó fue acorde al producto. Olvídense de plásticos baratos y terminaciones que dejen que desear, es un teléfono de gama alta que luce y se siente como tal… hasta que lo empiezas a usar y se llena de huellas digitales. Recomendación? Lleva siempre contigo una microfibra 😛
Lo único que veo como desventaja de diseño es la pobre ergonomía por la que se inclinaron. Sony introdujo su filosofía omnibalance, es decir, lograron conseguir un equilibrio casi perfecto en la totalidad de la construcción del teléfono, pero esto lleva a que la ergonomía deje mucho que desear; a diferencia de su hermano (Xperia ZL), que tiene bezels más delgados, manejar el Z con una sola mano es una tarea que, si bien no imposible, no cualquiera la podrá realizar (y ni hablar de que sea cómodo). El detalle que más me gusta del teléfono es definitivamente su botón de encendido y bloqueo, localizado en el lugar exacto para los que somos diestros ya que está a la altura del pulgar, y para los zurdos en el indice o el medio. Por otra parte, los botones de volúmen no cuentan con esa alegría. No molestan, pero tampoco son super útiles en esa ubicación. Al igual que el parlante, fácilmente muteable con un solo dedo y para nada potente; algo que supo mejorar Sony en el Z1, tanto ubicación, como potencia.
Otro de los aspectos fundamentales de la construcción del teléfono es su resistencia al agua (hasta un metro, durante treinta minutos) y al polvo, con certificación IP55 e IP57. Más allá de lo guay de tener un teléfono de gama alta con estas características y que además no arriesga diseño en ello (puntazo para Sony), yo lo tomaría como una garantía en el caso de algún imprevisto (léase lluvia o que tus amigos te tiren vestido a la pileta por tu cumpleaños), más que un feature con el que abusar, pero he visto muchos videos y fotos de gente sumergiendo el Z en piscinas logrando resultados geniales.
Por otra parte, las tapas que cubren los conectores. El punto a favor es que le dan al teléfono un aspecto increíblemente minimalista al estar todo sellado. El punto en contra? Si eres de utilizar mucho el USB y los auriculares, te molestará, sin dudas. Aunque es todo completamente solucionable. En principio, se pueden utilizar apps como AirDroid para sincronizar el teléfono con archivos y demás. Para escuchar música utilizar auriculares bluetooth. Y para cargar el teléfono utilizar los pines para el dock de Sony (y repito, para el de Sony. En una oportunidad, con unos 10 U$D que me regaló ebay decidí comprar un dock chino, y es claro que no es lo mismo, la velocidad de carga deja mucho que desear (a veces supera las 8hs, cuando por USB lo cargas en 2:30hs casi desde 0%).
Finalmente, no podía dejar de comentarles las quejas que he escuchado de algunos usuarios de la comunidad de XDA. Exigir el teléfono (con juegos como Real Racing) resulta en que este se caliente, algo normal, pero que con la tapa trasera de vidrio se intensifica y provoca una reacción nada agradable en el usuario, a veces algo molesto debo decir; pero dejar que el teléfono se caliente durante mucho tiempo puede provocar que el pegamento del vidrio trasero de despegue, levantando las puntas de la tapa trasera. Sinceramente, no me ha pasado (tampoco es que me veo en la necesidad de jugar juegos exigentes durante 40 minutos), pero ahora estoy un poco paranóico en este aspecto. Los casos no son muchos, pero sí los suficientes como para preocupar.
Rendimiento
Antes que nada, si esperan números de benchmarks sáltense la sección, no encontrarán ninguno por lo inútil que son estos para representar información de uso real 🙂 Con un procesador Quad Core Snapdragon S4 Pro de Qualcomm a 1.5GHz y la GPU Adreno 320, sumado a los 2Gb de RAM, el apartado técnico no es algo que deje que desear. Claramente cualquier aplicación, juego y lo que se te ocurra para exigir el teléfono, lo correrá sin problemas. El único tema que influye directamente es la personalización de Sony que les comenté anteriormente, nada grave, pero mejorable. El rendimiento de Android es acorde a lo que uno esperaría en un teléfono de esta gama, pero todavía podrían optimizarse mucho más los recursos para lograr mayor velocidad.
La batería es de 2.330 mAh, un número entre los 2300 mAH del HTC One y los 2600 mAH del Galaxy S IV. Chica? si. Rendidora? No. Parece obvio, pero no está demás decirlo, las 5’’ se comen viva la batería en un día. Con el modo STAMINA he logrado llegar a superar el día y utilizar el teléfono de manera regular, revisando redes sociales, algún llamado, mensajería (SMS, Whatsapp y Hangouts) y alguna que otra app como Feedly, pero no exigiéndolo al punto de quedarme sin nada de juego a mitad del día. Consejo? bajen el brillo de la pantalla y listo. Pedir que alguien deje de revisar Twitter a cada rato ya es demasiado (chiste, chiste).
Palabras finales
A principio de año decidí poner mis fichas en lo nuevo que tenía preparado Sony. Nunca fui fan de Samsung por lo que el S IV me daba lo mismo, a menos que sea una revolución con todas las letras (cosa que claramente no fue). Por lo que quedaba HTC con su One para finalmente convencerme, algo que no lograron (explíquenme por qué carajos optaron por esos dos botones cuando puedes usar on-screen buttons?! En fin, gustos son gustos). El Z parecía el único que me llenaba en diseño y specs, me llamaba y pedía ser mío.
Casi medio año después puedo decirles que no sé si optaría por Sony de nuevo. Les doy el beneficio de la duda para futuros lanzamientos, pero no me han convertido en un fanático de la marca, en lo absoluto.
El Xperia Z tiene su pegas, si, pero cuando las sobrepasas te encuentras tomándole cariño y de repente no te ves con ningún otro teléfono.
La mejor lección que les puedo dejar es que nunca compren un teléfono ni bien salga al mercado, y menos a principio de año. A menos que estén muy desesperados, o sean igual de fanáticos de la tecnología como yo.
Ahora, personalmente, espero con ansias ver cómo Xiaomi le roba el mercado de Android a HTC, Sony, LG y Motorola, todas juntas. Ustedes esperen nada más.
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