Hoy en día es muy difícil que nos compremos un CD de música. Un DVD, quizás, pero un CD, rarísimo. Sin embargo, hubo una época en la que visitábamos las tiendas de música para llevarnos a casa la última obra de nuestro artista favorito o encontrar alguna nueva joya que no hayamos escuchado antes.
Pero ahora los tiempos cambiaron y ya casi no escuchamos música desde CDs. Si no están en nuestro disco rígido o en el mp3, las canciones las oímos directamente desde Spotify o Grooveshark. ¿Qué hacer entonces con los CDs que ya habíamos comprado?
En mi caso, ni siquiera tengo un reproductor de CDs, ya. Gracias que mi PC de escritorio todavía tiene lectora, pero hace ruido, y para eso prefiero escucharlos en mp3.
Se me ocurrió que puedo aprovechar la mudanza para deshacerme de los CDs que compré en su momento, pero me da no-sé-qué. Mi lado práctico me dice que lo mejor es rippearlos, dejarlos en la compu, hacer un backup a lo sumo, y a otra cosa mariposa. Mi lado sentimental, en cambio, me dice que estos (pocos) CDs que me quedan son un lindo recuerdo de una época anterior, y que, al fin y al cabo, tiene cierta “onda” tener ese objeto físico con la imagen de la banda que me gusta.
Le estuve dando muchas vueltas al tema y creo que voy a rippear casi todos y listo. Me quedaré con los que tengan un valor más especial para mí, como el Soundtrack de Casablanca, porque es un clásico, o el de Space Jam, que iba puesto en el auto cuando tuve un accidente fuerte y sobrevivió, junto con todos nosotros. El resto irán a parar a una caja, a lo de algún amigo, o a Parque Rivadavia.
¿Les pasa esto, de encariñarse con tecnologías viejas y que es cueste soltarlas? ¿Tienen CDs todavía? ¿Qué harían con ellos?
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