¿Te gustaría viajar por el mundo, pasar tiempo con tus amigos y tu familia, dedicarte a un hobby o quizás pasar tus días ayudando en una causa que sea importante? Para la mayoría de nosotros la respuesta es sí, pero cuando pensamos en esos sueños volviéndose realidad, los ponemos en un futuro más o menos lejano.

«Cuando tenga plata», «cuando sea más grande» o «después de casarme» son algunas de las frases que todos –yo incluida– hemos dicho al soñar con nuestra vida ideal. Y este pensamiento pone a nuestros objetivos en el futuro. Muy en el futuro. Quizás después de 30 años en una carrera corporativa que no nos gusta, o de 40 rompiéndonos la espalda ahorrando cada centavo.

Pero, ¿tiene que ser así? ¿Y si pudiésemos empezar a vivir hoy mismo la vida que queremos? De eso se trata el Lifestyle Design.

Aunque el término «Lifestyle Design» esté en boga hoy en día, el concepto es algo que me obsesiona desde los 23 años, cuando mi mundo se puso patas para arriba y comencé a replantearme todo: mis estudios, mi trabajo, mis deseos.

Y resulta que la respuesta  es que sí: sí es posible vivir una vida «no convencional» que generalmente pensamos que es exclusiva para los ricos o quienes ya dejaron sus años laborales atrás, mientras todavía estamos en «edad productiva» (o, en otras palabras, cuando todavía tenemos que trabajar y construir nuestro futuro). Las dos cosas no son incompatibles. De eso se trata el Lifestyle Design.

Como para muchas personas, este concepto llegó a mí a través del libro de Tim Ferris «The 4-hour Work Week». Les recomiendo muchísimo leerlo, porque incluso aunque uno no siga al pie de la letra las técnicas que Tim propone, a mí me abrió mucho la cabeza.  Otra vida es posible, si uno lo desea, tiene la mente abierta, es valiente y trabaja inteligentemente para lograrlo.

Una de las claves en este cambio de paradigma es dejar de pensar en el dinero como la moneda más valiosa, y entender que lo más valioso que tenemos es el tiempo. La mayoría de las personas no desean ser millonarios: lo que desean es vivir la vida que creen que solo los millonarios pueden vivir.

El Lifestyle Desing nos propone desafiar el concepto de que la única forma de alcanzar esa vida es ganarse la lotería o trabajar 40 a 60 horas por semana para tomarse dos semanas de vacaciones al año.

Diseñar nuestra vida es poner en la balanza qué cosas son importantes para cada uno, además del dinero, y luego encontrar las formas de ganarse la vida que mejor se adecuen a esos sueños. Se trata de hacer nuestro propio camino en vez de dejar que la sociedad lo marque por nosotros.