Bueno, últimamente La Nube está dando de qué hablar. Richard Stallman la critica, Windows la está por adoptar, y todos, aunque algunos no la sepan, la estamos usando.
Pero ¿qué es esa “nube”? Es un término que hace referencia a lo que hoy se conoce como “Cloud Computing” (Computación Nube), y una metáfora para describir toda una red de servicios basados en Internet, a los que los usuarios pueden acceder sin depender de una computadora en especial. Esto hace que se “desprenda” de las estructuras que clásicamente eran base de todos los programas que usábamos.
Hagamos un poco de memoria: antes de Internet, todo estaba basado en la computadora de cada uno. Después vino Internet, pero más allá de los navegadores para acceder a páginas de contenido, seguíamos teniendo las cosas en el escritorio. Incluso el e-mail, en un comienzo, sólo se usaba desde clientes locales.
Ahora podemos hacer cualquier cosa son sólo tener una conexión y un buen navegador. Les doy un ejemplo con varios servicios distintos:
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Chequear los e-mails desde Yahoo
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Editar documentos en Zoho o Google Docs
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Chatear desde Meebo (MSN, AIM, Yahoo, GTalk)
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Escribir artículos para blogs desde la plataforma elegida
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Leer las últimas noticias en Google Reader
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Acceder a tus archivos locales desde cualquier lado, con servicios como Syncplicity
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Editar imágenes, escuchar música, ver películas, almacenar multimedia…
Virtualmente podemos hacer cualquier cosa que tradicionalmente hacíamos en nuestro escritorio, pero online (por eso están tan en auge las netbooks).
Ahora bien, esto requiere de mucha confianza en los proveedores de servicios en esta red 2.0, ¿no? No sólo confianza en que no van a meterse en tus archivos, sino confianza en que no se les va a caer el sistema ni van a cerrar de un día para el otro.
¿Y qué hacemos?
Yo, más que dicotómica, soy integradora. Me encanta poder usar siempre lo mejor de cada sistema. Aprovechando los avances tecnológicos de hardware y de los servicios web, uno puede tener la información siempre a mano, sin depender de una computadora, pero siempre teniendo una buena copia de seguridad en un medio físico. Como decía en otro blog, nunca es bueno poner todos los huevos en la misma canasta. Y ahora, gracias a la tecnología, podemos, en vez de poner unos en una y otros en otra, los mismos huevos en dos canastas distintas. ¿Se entiende la metáfora, no?
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