Este año me mudé de Buenos Aires a Madrid, y el paso final, y más importante, fue ir a buscar a mi perra a Argentina y traérmela a España.
En un post anterior les conté todo sobre los trámites y papeles necesarios para viajar con una mascota en avión, pero me quedaba pendiente hablarles sobre el proceso del viaje en sí mismo.
Reservar un pasaje para viajar con mascota, cómo hacer para que viaje en la cabina con uno, cómo atravesar el vuelo, etc.
Hoy les voy a contar cómo fue mi experiencia, y espero que les sirva si están pensando en hacer un viaje similar.
Elegir y reservar el pasaje de avión
Antes de comprar el ticket de avión, es importante averiguar cuál es la política de cada aerolínea para mascotas en bodega o en cabina.
En líneas generales, un perro o gato puede viajar en cabina si cabe dentro de un bolsito o transportín de determinadas medidas (tamaño M de ese modelo), que pueda caber bajo el asiento delantero, y que pese entre 8 y 9 kilos con el bolso incluido.
Algunas aerolíneas tienen restricciones para razas consideradas peligrosas (sus palabras, no las mías), así que eso es algo a averiguar antes de comprar el pasaje.
Una capa más de complejidad: las razas de hocico corto (braquicefálicas, como los Pug, Boston Terrier, Bulldog Francés) no pueden viajar en bodega, solamente en cabina. Esto es porque por su anatomía pueden tener serios problemas respiratorios en bodega.
Una vez que tengan en claro cuál es la situación de su mascota, deben averiguar con la aerolínea cuál es el proceso para reservar el pasaje, ya que los cupos para animales en cada vuelo son limitados, y tienen que estar seguros antes de pasar la tarjeta de crédito que haya lugar.
Mi caso: viajando con Iberia
La primera prioridad en este viaje era que sea un vuelo directo, para no tener que lidiar con los reglamentos de animales de más de un país, y para que las horas totales de aeropuerto y viaje sean las menores posibles.
Esto me dejaba con tres opciones: Aerolíneas Argentinas, Iberia o AirEuropa.
Mi primera elección era Aerolíneas Argentinas, pero no estaban, en el momento, llevando mascotas en cabina para vuelos a Europa.
Esto para mí era un problemón porque Emma es una Boston, que es raza braquicefálica, con lo cual era en cabina o nada.
Segunda opción: Iberia. Con ellos salió todo impecable, debo decir.
Después de leer toda la información sobre viajar con mascotas en su sitio web, y llamar para estar 100% segura, el proceso fue el siguiente:
Comprar el pasaje para viajar con mascota
1- Buscar online el vuelo que deseaba tomar, y asegurarme que esté operado 100% por Iberia (y no, por ejemplo, por Level)
2- ANTES de pagar el boleto, llamar al número que dan en su web para informar que voy a viajar con mascota, qué vuelo quiero, y consultar que haya disponibilidad. Si te lo confirman, seguís, y si no, de vuelta al paso 1.
3- Si hay lugar para mascota, comprar el pasaje en la web seleccionada. Yo lo hice directamente en el sitio web de Iberia. Esto es una compra normal, y en ningún momento se pone que se viaja con mascota. Tranquilos, esto viene en el siguiente paso.
4- Una vez hecha la compra y ya con el código de reserva, llamamos de nuevo al número del punto 2, y les decimos que ya tenemos el pasaje, que queremos agregar a la mascota. Te lo agregan a la reserva, te llega un mail de confirmación, ¡y listo!
5- Para mi vuelo en particular, el adicional por llevar a la mascota era de 150€, que se pagan en el aeropuerto el día del viaje. En el caso de Ezeiza aceptaban dólares, pesos, o tarjeta de crédito. Curiosamente, no euros.
Un dato más: al haber una mascota en la reserva, no se puede hacer el checkin online en ninguno de los tramos. Tengan eso en cuenta al momento de planificar.
El día del viaje
Estas fueron las instrucciones que me dio la veterinaria para el día del viaje, y que apliqué con mi perra:
- Cansar a Emma lo más posible. Que juegue, que pasee, que corra, etc.
- Cortar la comida 12 horas antes del vuelo. Sí, va a pasar hambre, pero esto es importante para que no quiera hacer caca en el avión.
- Dejarle el agua hasta el momento de salir para el aeropuerto, luego nada hasta llegar a destino. Lo mismo que arriba.
- Sacarla a caminar antes de salir al aeropuerto, para que haga todo el pis y caca posible.
Con respecto a tranquilizantes, chárlenlo con su veterinaria. En mi caso, no le quisieron dar nada a Emma, y aunque me hubiera hecho las cosas mucho más fácil, lo respeté. Me imagino que la decisión dependerá de cada vete y cara perro. Ustedes háganle caso al suyo.
En el aeropuerto
¡Vayan 3 ó 4 horas antes del vuelo! Todo lleva más tiempo con un perrito, y además hay que presentar los papeles y pagar las tasas, así que por favor, no caigan 20 minutos antes de que cierre el check-in.
Para la salida de Argentina, luego de presentar todos los papeles al momento del check-in, hice todos los pasos de forma normal, solo que con la perra en su bolsito.
Para pasar por seguridad no usé la fila prioritaria, aunque en retrospectiva creo que estar con mascota lo amerita.
Al momento de pasar las cosas por la máquina de rayos X, obviamente el perro no pasa por ahí. Pasa por el mismo lugar que los humanos.
Todo tranquilo. (O sea, no para mí porque Emma estaba muerta de miedo, pero no porque algo haya sido difícil o complicado).
Lo mismo al momento de hacer migraciones: haces la fila y el trámite como si estuvieras viajando solo. El perrito ya tiene sus papeles hechos así que no necesita nada adicional.
Luego, a esperar a que sea hora de abordar. Caminar por el aeropuerto puede ser una buena idea para seguir cansando al perrito, pero ustedes manéjense según la personalidad del mismo.
A Emma traté de hacerla caminar pero estaba muy nerviosa y todo el tiempo quería volver atrás (supongo que para encontrar al resto de mi familia, que me habían acompañado al aeropuerto). Así que si ven que es mejor quedarse en un rincón tranquilos, no está mal tampoco.
En el avión con mi perra
Una vez que se hizo la hora de subir al avión, pregunté si podía abordar con el primer grupo, el que «necesita asistencia» (porque, les juro, estando sola y con la perra, necesitaba toda la tranquilidad para abordar posible), y me dijeron que sí.
El personal de Iberia fue extremadamente amable todo el vuelo. (Por si se lo preguntan, no hubo ningún tipo de acción de prensa o tratamiento especial al respecto, hice el viaje 100% por cuenta propia). Cuando abordé les conté que era la primera vez de Emma en un avión, y que les agradecía de antemano la paciencia.
En mi vuelo había ¡cuatro! mascotas, y entre cada una tiene que haber 10 filas de distancia, así que nos tocó la fila 50 y pico, en asiento del medio. Eso fue bastante incómodo, pero como había una mascota en mi reserva no tuve posibilidad de elegir los asientos de antemano, y no quedó otra.
La chica del mostrador (súper amable) me dijo que lo ideal hubiera sido ventanilla, para que nadie tenga que pasar por adelante de Emma en el vuelo. Aún así, el chico que estaba del lado de ventanilla en mi fila de tres fue increíblemente amoroso, no se levantó en todo el vuelo, y me ayudó a tranquilizar a Emma cuando se ponía nerviosa.
Sebastián, donde sea que estés, ¡GRACIAS!
Lo peor del viaje en avión
La experiencia de cada uno va a ser diferente según la personalidad de su mascota, el clima general en el vuelo, o si le dieron un tranquilizante.
En mi caso el clima en el vuelo fue bueno (pasajeros y tripulantes), y hubo poca turbulencia.
Pero Emma no tomó ningún tranquilizante y estaba muerta de miedo. Temblaba y lloraba y hasta que no apagaron las luces y me subí el bolso a mi regazo, no paró de sufrir.
Emma es asustadiza y ansiosa en general, así que esto era esperable. Le llevé una oreja de chancho, que le encantan, pero no quiso saber nada. Si sus mascotas tienen algún juguete o elemento que los suela tranquilizar, no se olviden de llevarlo.
Pero en el avión también había una señora con un pekinés que se quedó quietito en su bolso y le durmió todo el viaje, y también era su primer vuelo. Así que depende mucho de la personalidad de cada animal.
¿Vale la pena?
Si yo no me hubiera estado mudando de país, le hubiera ahorrado a Emma este proceso, pero también es cierto que fueron 14 horas de incomodidad para una vida nueva y juntas en otro continente.
En la balanza, gana con creces.
Cuando vuelva a Buenos Aires a visitar a mi familia por una o dos semanas, Emma se quedará en Madrid.
Pero si tienen una mascota que viaje tranquila, como la bella Oreo de Flo Pereira, entonces es un placer poder llevarla con uno para un viaje al hogar.
Otras preguntas y respuestas
¿Puede ir suelto una vez que está adentro del avión?
Casi todas las aerolíneas te hacen llevarlo en el bolsito durante la totalidad del viaje. Peeeero, el personal de a bordo muchas veces no te dice nada si la sacas del bolso y la tienes encima tuyo durante el viaje, si no se mueve y no molesta a otros pasajeros. Pero que no se les escape, que ahí los van a mirar MUY mal.
¿Conviene sedarlos? ¿Se los anestesia?
Anestesia onda dormirlos, no, jamás. Eso sería muy peligroso. En cuanto a sedantes, es lo que comentaba arriba, pregunten a su veterinario de confianza y hagan caso estricto a lo que les diga.
Sí, un sedante puede ayudar mucho, pero si pone en riesgo la vida del animal, no vale la pena.
¿Y el pis y la caca?
Emma se aguantó todo el viaje. Cuando los perritos están entrenados para hacer pis afuera, o en determinado lugar, es difícil que se hagan encima, a menos que sea por mucho miedo.
Dicho esto, yo me llevé una toalla y bolsitas por si había algún accidente. Y los aeropuertos tienen áreas designadas para que los perritos evacúen, googleen de antemano los aeropuertos que vayan a visitar.
Como plan B, yo en Barajas me metí con Emma en el baño de discapacitados y la solté un rato para ver si hacía (obviamente con todo a mano para limpiar y dejarlo impecable). No hizo, pero hubiera sido una buena alternativa.
Pero si respetan los horarios que les diga su veterinaria, no deberían tener problema.
¿Cuánto cuesta llevar a tu mascota en el avión? ¿Se le paga un pasaje aparte?
No, no se le paga un pasaje aparte. El costo depende de cada aerolínea, y se suele pagar por tramo. Es decir, si es un vuelo directo, se paga una vez, si es un vuelo con escalas, se paga por cada avión al que te subas.
En mi caso fueron 150€, y el precio suele ser similar en otras aerolíneas.
¿Con cuánta antelación hay que avisar a la aerolínea que viajamos con mascota?
¡Antes de comprar el pasaje! En mi caso: primero la contactan para asegurarse que haya disponibilidad para la mascota, luego compran el pasaje, y finalmente llaman de nuevo a la aerolínea para que agreguen «mascota» a la reserva.
¿Puedo llevar más de una mascota en el avión?
En cabina solamente puede ir una mascota por persona. Si viajas acompañado, puede llevar una cada uno.
Si no, uno tendrá que ir en cabina, y el otro u otros, en bodega.
¿Se puede llevar hurones en la cabina del avión?
Casi ninguna aerolínea de las grandes (o al menos, ninguna que yo conozca), permite hurones en cabina. Y no muchas los aceptan en bodega.
¿Sufre mucho el perrito durante el vuelo?
Me encantaría decirles que no, pero eso depende mucho de cada mascota.
Algunas se asustan con el ruido, otras la pasan mal por estar en un ambiente que no conocen, y otras se duermen e ignoran por completo que están en un vuelo.
Ustedes van a conocer a sus mascotas más que nadie: estén preparados para tranquilizarlos, con mucho amor y paciencia, pero en el peor de los casos solo son un puñado de horas. ¡Así que tranquis!
¿Qué documentos hay que llevar? ¿Qué trámites hay que hacer?
Todo esto está detallado en este post que hice contando sobre los trámites y papeles necesarios para viajar con tu mascota. Tengan en cuenta que es con mi experiencia personal, y solo de Argentina a España. Muchas cosas son iguales o similares en otros países, pero no dejen de consultar autoridades y aerolíneas locales según el caso.
¿Qué pasa si mi perro pesa más de 8kg? ¿Y si es una raza grande?
Si está un poquito excedido del peso, pero entra en el bolsito, es muy probable que igual pueda viajar. A Emma, por ejemplo, no la pesaron. PERO, de ninguna forma tomen esto como un «no pasa nada», eso dependerá del personal del aeropuerto el día que viajen.
Si en cambio estamos hablando de perros medianos o grandes, las opciones son dos: o lo van a tener que mandar a bodega (que, si les sirve de consuelo, no es la misma área donde están las valijas, sino una separada), o bien pueden intentar registrarlo como animal de soporte emocional, y ahí a veces los dejan llevarlos en cabina independientemente del peso. Pero no vale para todos los destinos (Estados Unidos, siempre sí, pero Europa, por ejemplo, depende del país).
¿Qué pasa con los pasajeros de al lado?
Puede suceder que tu compañero de fila le tenga miedo a los perros o gatos, sea alérgico, o simplemente no le gusten. En ese caso, correspondería que él le pida a un asistente de a bordo que o bien lo cambien de asiento a él/ella, o bien nos cambien de asiento a nosotros.
Yo lo vi en un vuelo de Norwegian, donde por suerte movieron de asiento al chico que llevaba al perrito, porque fue a parar justo atrás mío y me pasé el vuelo entero acariciándole la cabeza al perrito 😛
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