En la vida hay que adaptarse, de eso no hay dudas. Tenemos que animarnos al cambio para no quedarnos y, muchas veces, esa es la diferencia entre el éxito y el fracaso. Es un concepto que aplica para las personas pero también a las empresas. Hay varios ejemplos de importantes marcas que fueron número uno en su momento pero no supieron adaptarse a los cambios de la sociedad, por lo que empezaron a tener muchos problemas para continuar en el mercado.

Las empresas tienen que estar atentas para percibir y captar qué es lo que quiere y/o necesita el cliente. Como Marriott, por ejemplo, la cadena de hoteles de lujo. Ellos saben que los viajeros modernos valoran más la experiencia que lo material, entonces están renovando su propuesta en base a eso.

Principalmente anunciaron tres cambios:

• Por un lado, la unificación de sus programas de lealtad/beneficios Marriott Rewards, The Ritz-Carlton Rewards y Starwood Preferred Guest (SPG) a partir de agosto de este año. Los socios ganarán puntos más rápido y tendrán acceso a reservar estadías y canjear puntos en diferentes marcas hoteleras a nivel global que incluyen más de seis mil hoteles en 127 países. La oferta es muy variada: complejos con búngalos sobre el agua, hospedajes serenos en islas remotas, complejos montañosos con acceso directo a pistas de esquí, etc.
• Por otro lado, la expansión de la plataforma Moments, que incluye una amplia variedad de experiencias que los huéspedes pueden comprar en efectivo o usando sus puntos. Algunos ejemplos son bucear en jaula con tiburones en Sudáfrica, entradas al Super Bowl o Coachella Valley Music y encuentros con figuras reconocidas como Jared Leto y Lewis Hamilton.
• Y por último, el acercamiento al mundo digital y móvil. Como la posibilidad de hacer reservas, check in, check out e ingresar a la habitación simplemente con el smartphone.