Hoy les traigo la review de un libro que ya tiene algunos años, pero del cual nunca había escuchado hasta hace poco tiempo (y asumo que muchos de ustedes tampoco): Los Magos (The Magicians) de Lev Grossman.
Conocí Los Magos buscando las series a estrenar en la temporada 2015-2016. Resulta que el canal SyFy va a estrenar en 2016 una mini serie de 12 capítulos (que se ve muy interesante) sobre este libro, que básicamente presentaban como “Harry Potter para adultos”. Como me gusta mucho Harry Potter y leí los 7 libros varias veces, decidí darle una oportunidad. No pude encontrarlo comercializado en Argentina, así que terminé bajándolo para el Kindle.
Lev Grossman es un autor y periodista norteamericano con cierto reconocimiento, que escribió varios libros previos al que estamos comentando. Los Magos es el primero de una trilogía que, por lo que entendí, ya está finalizada.
El libro, como les había comentado, se presenta como “Harry Potter para adultos”, y en parte es cierto. El autor intenta crear un libro distinto a los libros de fantasía comunes. Al ir leyéndolo tuve la sensación de que apuntaba a un público que me representaba bastante (es la segunda vez que digo esto en el blog, pero no le digan a nadie): adultos (que palabrita, eh!) que siguen consumiendo fantasía pasándole por arriba a los componentes “adolescentes” presentes en la mayoría de estos libros. Si es así, si el objetivo es cautivar a este tipo de público, digamos que lo logra…. un poco.
Grossman plantea un mundo, que en un sentido, es igual a muchos otros que hemos visto: un personaje que, de un día para el otro, se entera que la magia es real y se le da la oportunidad de pertenecer a ese universo. La diferencia radica en que a esa historia típica se le suma un punto de vista que podríamos llamar más “real”, más crudo, con sexo, el impacto de la violencia en toda su extensión, y un cierto escepticismo con respecto a las cosas extrañas que le toca vivir.
Los Magos no sólo “homenajea” a Harry Potter, si no también a Las Crónicas de Narnia y al juego de rol Dungeons and Dragons, entre otros. El personaje principal, Quentin, es un melancólico crónico que por momentos se vuelve insoportable. No terminé de poder identificarme con él, ni con ninguno de los personajes de la novela, lo cual me pareció un punto bastante en contra.
La historia en sí es lo suficientemente interesante como para que te enganches y quieras saber como termina, pero por momentos se vuelve un poco ridícula. El querer darle una visión más “adulta” a un mundo de fantasía hace que cosas como animales antropomórficos se sientan un poco fuera de lugar.
Sin spoilear demasiado, les cuento que el libro está dividido en cuatro “sub libros” o grandes capítulos que van contando períodos bastante largos de la vida de Quentin de manera resumida. Al principio choca un poco que, si uno lee el libro con la premisa de Harry Potter en la cabeza, se cuente todo el período escolar de Quentin de una forma bastante acelerada. Sin embargo, esto está bien a nivel historia, ya que el autor quiere contar algo que va mucho más allá de las experiencias universitarias de Quentin y toda esa primer parte es básicamente una introducción al segundo “sub libro” que a su vez es una introducción al tercero, que es donde se desarrolla la mayoría de la acción.
Este estilo acelerado de relato hizo que extrañe un poco el tipo de escritura potteriana que nos involucra en el mundo mágico contando detalles de la vida diaria en Hogwarts. En Harry Potter, al leerlo uno siente que está ahí, viviendo las experiencias junto con los personajes (como en un pensadero, tomando una referencia del mismo libro); en Los Magos esto no pasa tanto.
Si bien las comparaciones con Harry Potter y otros estilos de novelas similares son casi inevitables, son un poco injustas para con Los Magos. La misma tiene cuerpo propio y desarrolla una historia que tiene fuerza en sí misma. Una cosa que me gustó mucho fue como el autor juega con esas referencias y las incluye dentro de su historia: los personajes mismos de la historia varias veces comparan sus experiencias con los libros mencionados.
En conclusión, si bien no es el mejor libro del estilo que he leído, lo recomiendo. Es entretenido y distinto a las novelas típicas del género, con un componente más “adulto” que resulta refrescante.
Deja una respuesta