Hace poco leí un párrafo en Tejiendo Redes que me pareció maravilloso:
“Los links son contenido: el hecho de una conexión entre dos páginas/ideas/conceptos es tan importante como los conceptos por sí mismos”.
Al principio la idea puede resultarles rara, pero me gustaría hace una analogía con el funcionamiento de nuestro cerebro. Para ponerlo en forma muy sencilla, lo que hace que nuestro cerebro funcione, lo que nos permite tener un patrón de conducta, sentir ciertas emociones o tener recuerdos, no es la cantidad de neuronas que tengamos o la forma en la que estén dispuestas, sino la forma en que se conectan entre ellas. Es ese enlace, esas relaciones, las que permiten que un montón de células sean el asiento de una personalidad, y que aunque todos tengamos biológicamente la misma estructura, seamos tan distintos. No es el medio, no es el contenido (por ejemplo, un neurotransmisor) sino la forma en la que esos medios se relacionan.
De la misma forma, en Internet, los enlaces son una parte fundamental de lo que construimos. Un enlace no sólo nos dirige a una página, sino que nos habla de la persona que se tomó el tiempo de buscar ese enlace, nos habla de una relación, de una fuente de referencia, de un ejemplo, de mucho más. El hipertexto, que nos permite crear estos enlaces, es la piedra fundadora de la red, y por eso a nosotros, los que la tratamos de enriquecer día a día, nos corresponde usar esa herramienta y hacerle honor a los enlaces.
Como siempre digo, linkear no cuesta nada, y muy por el contrario, nos enriquece a todos y habla muy bien de quien lo hace (de la misma manera en que, un artículo que no cita ningún tipo de fuente cuando evidentemente sí la tuvo, habla muy mal de la persona que no lo hace).
Así que como dijo Mauro, vamos gente, ¡a enlazar más!
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