Desde que empecé a trabajar en una agencia de publicidad, es una sola la serie que más se nombra en los pasillos y oficinas: Mad Men.
Al principio no le presté mucha atención (creo que parte de mí aún estaba haciendo el duelo por LOST), pero de tanto oírla nombrar terminé por ceder a la curiosidad, y no me arrepiento: Mad Men es una gran serie, digna ganadora 3 años consecutivos del Emmy a mejor serie dramática, que ya está por estrenar su quinta temporada (y que tienen una comunidad oficial muy divertida).
Pero, ¿de qué se trata Mad Men? (Que no son los hombres locos, sino los de la Avenida Madison) Es una serie original de HBO que nos ambienta en los años ’60 y el mundo de la publicidad de aquel entonces. Quizás al principio no les llame la atención, pero quédense conmigo mientras les cuento por qué me enganchó.
Mad Men recrea a la perfección el mundo de hace 50 años, es una máquina del tiempo que nos hace viajar al pasado y nos muestra en la cara lo diferentes que eran las cosas en esa época (acompañada, por supuesto, de una trama entre personajes más que interesante, con el centro el Don Draper).
Primero los voy a tentar por el lado geek: la serie pone en escena todo tipo de tecnologías imperantes en los ’60… con lo arcaicas que nos resultan hoy en día, por supuesto. Esto a mí me maravilla, pensar el larguísimo camino que hay recorrido. En la serie no van a ver computadoras, solo máquinas de escribir. Los proyectores de fotos eran la herramienta para presentaciones de trabajo, cuando el Power Point y los proyectores digitales seguramente ni existían en las mentes de sus creadores. ¡Y sin celulares! Incluso nosotros que, de chicos, no vivíamos con esa tecnología nos olvidamos lo que era estar completamente desconectado cuando no se estaba cerca de un teléfono de línea.
Por otro lado, para mujeres como yo que nacimos en una época de bastante igualdad de derechos con respecto a los hombres, hay cosas que son muy fuertes de ver, pensando que es lo que vivieron nuestras madres o abuelas. El lugar secundario que tenían las mujeres tanto a nivel social como laboral, el rol de la madre y esposa que debía obedecer a su marido como si fuese Dios, y las situaciones laborales que hoy serían condenadas como acoso sin dudarlo un minuto.
Y lo que me alegra a mí en lo particular: ¡¡cuánto camino hemos hecho en la lucha contra el cigarrillo!! (lo siento, lectores fumadores, pero hace mal). En Mad Men el cigarrillo de tabaco se consume más que el agua; parece increíble que algo que en ese momento era tan común que hasta se consumía durante el embarazo, hoy ya ni siquiera se ve en publicidades de TV.
Todo esto sumergido, por supuesto, en una trama muy interesante, con secretos, luchas de poder, deseos y todo lo que nos caracteriza a los seres humanos en nuestra complejidad. Hombres poderosos, codiciosos, mujeriegos, débiles, inseguros. Mujeres que cubren, por su parte, el mismo abanico, aunque desde un rol que hoy nos parecería inadmisible. Seres imperfectos, y por eso mismo nos enganchan.
Si les pude transmitir algo de mi entusiasmo, entonces aprovechen que la 4ta temporada se va a repetir por HBO antes del estreno de la 5ta. Mientras tanto, podemos charlar en los comentarios sobre la serie 🙂
Deja una respuesta