Ante el paulatino movimiento de Taringa hacia una comunidad de contenido más original (en vez de… «prestado», digamos), quiero resaltar las palabras de Felipe Alvarez (@fmbalvarez) que en un post de invitado en Alt-Tab refleja muy bien mi postura con respecto a las leyes de propiedad intelectual, la cultura libre, y toda la gama de grises que hay de por medio.
Está claro que las leyes de propiedad intelectual son ridículas y necesitan cambiar ya. Pero esto no significa una defensa a Taringa. Un ideal de una sociedad con cultura libre está muy lejos a «ir a Taringa y buscar links para bajar el Call of Duty«. Los sistemas de distribución de contenidos deben ser, justamente, distribuidos (¿te suena el P2P?). Un sitio que rodea de publicidad los sitios a links de descarga directa (que a la vez también lucran con material ajeno) no es más que un negocio de dudosa ética del que honestamente tengo que declarar que participe, pero con el paso del tiempo me cuesta defender.
Lo tomo no solo por Taringa, sino por todos los sitios similares. Que todos usamos en algún momento, no voy a ser careta, pero si lo hacemos tenemos que llamarlo por su nombre.
Les recomiendo mucho el post completo: Taringa y la “hora de volverse legal”
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