Ayer se estrenó Iron Man 2, pero les cuento que el martes tuve el gran placer de asistir a la avant premier de la peli. Y cuando digo un gran placer, me refiero no solo a la amable invitación (y al hecho de ver la peli antes de que estrene, que es muy divertido) sino a lo mucho que disfruté la película en sí.
Como fan de Marvel, tenía muchísimas ganas de verla. Me encanta ver plasmada en gente de carne y hueso esos personajes que vi dibujados y/o animados durante tanto tiempo. Y en ese sentido, la peli me dejó mas que satisfecha.
La historia está muy buena, y le hace honor a la primera parte (esa siempre es una preocupación, que la secuela sea mala, y este no es el caso). Les voy a contar un poco de qué se trata, sin spoilers para esta película, pero sí de la primera, así que no lean si aún no vieron la uno.
En esta entrega, Tony Stark (Robertt Downey Jr.) debe afrontar las consecuencias de haber confesado públicamente que él es Iron Man, incluyendo al gobierno de Estados Unidos, que quiere que le entreguen el traje. Además, el mismo traje y tecnología que le salvó la vida en su momento, ahora la está poniendo en peligro, y eso lo pone en una difícil situación tanto física como emocionalmente.
Durante la película, muchos personajes deben ocuparse de muchas cosas, y eso la vuelve interesante: Pepper Potts (Gwyneth Partlow) debe hacerse cargo de Stark Industries, Jim Rhodes (Don Cheadle) debe hallar el balance entre defender a su amigo y responder al gobierno, mientras que Nick Fury (Samuel L. Jackson) mueve hilos desde las sombras y la despampanante Natalie Rushman (Scarlett Johansson) pasa de sexy secretaria a _Black Widow_ para el deleite de los espectadores.
¿Y los malos? El gobierno está tratando de replicar el traje de Iron Man, y para eso une fuerzas con el rival de Tony, Justin Hammer (Sam Rockwell), mientras que un misterioso y peligroso enemigo surge desde las frías tierras rusas: Ivan Vanko (Mickey Rourke), quien termina desarrollando un alter-ego llamado Whiplash, que amenaza con destruir todo a su paso en su afán de eliminar a Tony Stark.
A mi la película me encantó (quedó más que claro cuando salí del cine) y estoy esperando con ganas la próxima entrega. Mucho mejor que lo que hicieron con X-Men, que fueron mis personajes favoritos de Marvel toda la vida, y que en las películas los destruyeron.
¡Así que apaguen la computadora y vayan a verla!
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