Había una vez, una época en la que llenar un diskette de 1.4MB era algo que tomaba tiempo, y que con uno te alcanzaba para llevar tus archivos importantes (que, de todas formas, tampoco tenías que mover tanto).
Después, una época en la que, si ibas a formatear tu computadora, tenías que hacer backups en unos cuantos CDs, y guardar los ejecutables de los programas que quieras reinstalar, porque bajarlos de nuevo tomaba mucho tiempo.
Había una vez una época en la que apretar “Delete” por error era un gran dolor de cabeza, si no una pérdida irrecuperable, un corte de luz te podía arruinar días de trabajo, y olvidarte de poner manualmente algo en tu backup, era despedirse de esa información para siempre.
Cuando pienso en eso, no puedo evitar sonreír pensando cómo se fue simplificando la vida digital.
Hace unos meses, después de mucho trabajo y con mucho orgullo, cambié mi computadora, y con muchos GB de archivos para mover, el proceso no me tomó ni una fracción del tiempo que me tomaba antes. Tener mis cosas sincronizadas con servicios de almacenamiento online, una conexión de banda ancha (que no es del primer mundo, pero se la banca), y un dispositivo USB, y a seguir trabajando (o jugando).
Pensar en cómo tenía que hacer todo manualmente antes, me hace disfrutar más de que la cosas sean automáticas ahora.
¿Y ustedes? ¿Qué cosas de ahora aprecian más porque antes eran más complicadas?
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