La tecnología es maravillosa, y los GPS son uno de los mejores ejemplos de los últimos tiempos. Ya no hace falta conocer una zona, una ciudad o siquiera un país, ni tener que andar con un mapa abierto arriba del que te acompaña en el asiento de al lado para poder guiarte hasta prácticamente cualquier destino.
¿Y si tuviésemos ese tipo de instrucciones para las relaciones humanas? Milton nos muestra en su blog una divertida publicidad en la cual el GPS nos trata de orientar hacia la conquista de la dama:
Recalculando…
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