Los primeros días de enero solo significan una cosa en el mundo tech: el Consumer Electronics Show, o CES. El paraíso de la tecnología de consumo.
Mientras muchos bloggers y periodistas hacen sus coberturas del evento en vivo o a la distancia, yo no puedo evitar recordar cómo fue mi propia experiencia en Las Vegas, a principios de 2010. Y pienso lo inexperta que era, las cosas que aproveché, y las que desaproveché.
Fui al CES 2010 por pura suerte. El invitado había sido Juan, por parte de Punto Geek, y como él no quiso ir, y yo en ese momento escribía todos los días allí, fui como corresponsal en su lugar. La invitación vino por parte de Sony, quienes en ese momento iban a anunciar la primera generación de cámaras bloggie (que todavía tengo y uso).
No lo podía creer. Hacía poco más de un año que llevaba bloggeando y de golpe me caía del cielo esta oportunidad increíble. Era el tipo de cosas que solo le pasaban (y le siguen pasado) a los grandes, y ahí estaba yo, una completa novata, en la sala de embarque con gente que admiro y respeto, como Pablo, Federico, Axel o Mariano.
No sabía nada de nada. Ni de cómo era cubrir un evento de esa magnitud, ni de qué expectativas podía tener la marca que nos llevaba. Hoy, varios años después, me siento culpable de haber hecho o no hecho cosas que hoy en día me parecen lo más obvio del mundo.
No me imaginaba, por ejemplo, que el CES es lo grande que es, y que el refrán «el que mucho abarca, poco aprieta» se aplica perfectamente. Hice posts y saqué fotos de cualquier cosa, y dejé afuera cosas mucho más relevantes, por no saber cómo priorizar. Deambulé por pasillos hasta que me dolieron los pies, desbordada por la cantidad de estímulos, pero sin poder hacer foco.
Mi cobertura, por ende, terminó siendo demasiado generalista. Incluso creo terminé haciendo solo un post «solo» cuatro posts (aunque la verdad es que subí muchos videos) sobre las presentaciones de Sony combinando todo lo que presentaron, cuando debería haber hecho uno por cada lanzamiento. Edito: mi memoria me engañó, algo muy curioso. Los posts fueron 4, pero alguna parte mía siente que no fueron suficientes. Sin dudas curioso.
No es que haya una obligación, o que no haya compartido la información necesaria, pero después de recorrer cierto camino, desearía haber sido más generosa con la cantidad de palabras. Del otro lado, del lado de la marca que te lleva, hay mucho trabajo, planificación y expectativas. Quizás algún día se los pueda compensar, pero mientras tanto, sepan que les agradezco eternamente la oportunidad.
Era muy joven para el CES. No por edad, sino por novata e inexperta. Si volviese a ir hoy, al CES o a cualquier evento así de inmenso, sabría que no puedo cubrir todo yo sola, iría a las cosas importantes, y sería más cuidadosa priorizando qué subir y de quién.
Será la próxima, cuando se me presente una oportunidad o cuando decida ir yo por mi cuenta.
Mientras tanto, lejos de renegar de esa gran experiencia, el CES 2010 me va a haber dejado, para siempre, uno de los mejores momentos de mi vida:
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