Desde su llegada a los principales medios masivos de comunicación, las monedas virtuales o cryptocurrencies (por lo que más quieran, no le llamen ‘crypto monedas’) no han parado de crecer en popularidad. Desde el rey que aún mantiene la corona, mejor conocido como Bitcoin, hasta otros forks que han salido a ofrecer diversidad y variedad para los usuarios, como Litecoin, Dogecoin, Auroracoin, Feathercoin, Earthcoin, y un centenar de alternativas más.
La popularidad del Bitcoin ha llevado a que se escriba mucho al respecto, sobre todo por las grandes fluctuaciones en los precios (ha llegado a un pico máximo de 1000 U$D) llevando a todos a comentar sobre esta nueva burbuja. El problema es que aún mucha gente no entiende cómo funciona el sistema de estas monedas virtuales y cometen errores en sus dichos al momento de opinar sobre las mismas.
Hace unos días, el Banco Central de la República Argentina, emitió un comunicado sobre el uso de las monedas virtuales y su eventual peligro. Si bien por una parte es bueno que un ente estatal de lugar públicamente a este tipo de tecnología, por otra parte es peligroso que su único efecto sea desinformar a la población más que ayudarla a tomar una decisión respecto de su uso. Por ello, no queríamos dejar de contestar los dichos del BCRA con algunos fundamentos, para que quienes estén interesados puedan tomar una mejor decisión al momento de iniciarse.
[…] se sugiere al público usuario tener en cuenta que las llamadas «monedas virtuales» no son emitidas por este Banco Central ni por otras autoridades monetarias internacionales, por ende, no tienen curso legal ni poseen respaldo alguno.
Las monedas virtuales están diseñadas para no necesitar respaldo alguno, es decir, ellas no necesitan del dólar o del euro para funcionar y mantener un valor, son descentralizadas y se manejan por las reglas del libre mercado. Incluso, los usuarios podrían llegar a pactar contractualmente el valor del mismo en relación a una moneda de curso legal para realizar una compraventa. Por lo que el Bitcoin puede verse tanto como una moneda autónoma y descentralizada que puede funcionar sin necesidad de un gobierno que la controle (recuerden que estamos hablando de algoritmos, no de personas imprimiendo billetes) o también como un medio de pago que intermedia entre el dinero fiat del comprador y vendedor.
En el ámbito internacional, no obstante aún no hay consenso sobre la naturaleza de estos activos, diversas autoridades han advertido acerca de su eventual uso en operaciones de lavado de dinero y diversos tipos de fraude.
Hace un tiempo habíamos hablado sobre los problemas con los que se enfrentaba el Bitcoin. Pero la verdad es que esto puede solucionarse, el problema son los intereses en juego, tanto de los gobiernos como de los bancos e instituciones internacionales, quienes, no está demás mencionar, están todos relacionados entre sí.
Lo mejor que le puede suceder a las monedas virtuales es que las empresas las implementen en sus sistemas como medio de pago. Actualmente ya se puede utilizar para pagar un hosting, un dominio, comprar comida, comprar hardware de computación. Pueden buscar locales en Spend Bitcoins. Una de las últimas grandes empresas en implementarlo fue Dish, para el pago de sus servicios.
[…] no existen mecanismos gubernamentales que garanticen su valor oficial. Las llamadas monedas virtuales han revelado una gran volatilidad hasta el momento, experimentado veloces y sustanciales variaciones de precios.
El Banco Central se encuentra actualmente analizando diversos escenarios para verificar que las operaciones con estos activos no se constituyan en un riesgo para aquellos aspectos cuya vigilancia está expresamente establecida en su Carta Orgánica.
Como parte de la representación del Bitcoin en el país, vimos necesario contactarnos con la fundación Bitcoin Argentina, quien nos comunicó lo que pueden leer a través de su página de Facebook. Recomendado para aclarar varios puntos sobre el tema.
Es lógico que todo lo dicho por un ente que controla las divisas de un país haya tomarlo con varios litros de excepticismo, pero es lamentable que en vez de realizar un informe bien hecho sobre cómo funciona el Bitcoin y cómo podría beneficiarse el usuario argentino, opten por un simple comunicado que le deje a quien lo lee más dudas que respuestas.
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