Queridos lectores, estoy segura que _ustedes_ jamás podrían caer en una estafa como la que les voy a relatar hoy. Sin embargo, todos tenemos una madre, un tío, o un primo al que el consejo le vendría más que bien, así que quédense conmigo mientras ponemos al descubierto una nueva modalidad de estafa a través de la computadora.
La semana pasada estaba leyendo un post en el blog Make Use Of en el cual el autor relataba un intento engaño bastante rebuscado que, si bien se llevó a cabo en Estados Unidos, seguramente no faltará mucho para que alguien intente replicarlo en alguno de nuestros países.
La cuestión es así: una persona llama a nuestro hogar, se presenta como un «técnico de Windows», nos informa que detectaron que nuestra PC está infectada de virus, y que están llamando para ayudarnos a eliminarlos. Aquí es donde ustedes dicen «es obvio que eso es imposible», pero no piensen como ustedes, piensen como una tía que no entiende nada.
El falso técnico entonces nos guía a través de una serie de pasos que nos llevan a los registros del sistema, donde es común que en cualquier PC aparezcan una buena decena de errores –errores inofensivos, comunes, pero que al ojo desprevenido bien pueden pasar por terribles y amenazantes virus.
Luego de que el falso técnico nos pida que lo intentemos borrar manualmente, cosa que no se puede, nos dirá que no nos preocupemos, que desde Internet Explorer podemos entrar a un sitio desde el cual podremos descargar un programa que solucionará el problema por nosotros en forma gratuita, ¿no es maravilloso?
De más está decir que este software no es la solución a nada, sino muy por el contrario, el inicio de una pesadilla si es que lo instalamos. El post de Tim Brookes (en inglés), quien le siguió el juego al estafador hasta el último momento, da algunos detalles más del programa que le quisieron hacer instalar, pero en realidad esta es la lección: nunca instalar un programa porque alguien que está llamando por teléfono nos lo indica.
Así que ahora ya saben, hablen con amigos y familiares propensos a caer en este tipo de engaño, y si alguna vez los llaman a ustedes, ¿por qué no divertirse un rato haciéndole creer al engañador que le creen, para luego cantarle unas cuantas verdades?
Deja una respuesta