El tema del sexismo en los videojuegos es algo fácil de malinterpretar. Como casi todos los personajes femeninos están con poca ropa (y unos atributos en-vi-dia-bles), no es raro que hordas feministas salten al grito de «¡¡sexistas!!», aunque no siempre es el caso.
El sexismo tiene que ver con la diferenciación marcada, con poner a uno de los dos géneros como si fuesen objetos. Por eso me gustó esta gráfica que explica bien simple cuándo (en este caso) un videojuego es sexista y cuándo no:
Como ven, no es una cuestión de si la chica está más buena que comer pollo con la mano y solo usa 3 trapitos en lugares estratégicos, sino en que sea (o no) parejo para los dos sexos.
Siguiendo esta línea, y como bien aclaran en The Mary Sue, falta una cuarta posibilidad que sí sería sexista, y que sería el hombre casi desnudo, y la chica con la armadura completa.
Me pareció interesante.
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