Una de las cosas que más gusto me da de vivir en Madrid es que siempre es un placer volver a casa, por más increíble que haya sido el viaje que realicé. No es algo menor, ya que pocas cosas deprimen tanto a un viajero como no querer volver a su casa. No es mi caso: amo viajar y amo vivir en Madrid.

Por eso cada vez que mi vuelo aterriza en Barajas lo primero en lo que estoy pensando es en salir lo más rápido posible del avión (pero sin levantarse antes de que el de adelante se haya ido, por favor), atravesar rápido la terminal, pasar cualquier control que aplique, y llegar a casita.

El tema es cuando vuelvo de un viaje largo para el que haya tenido que facturar mi equipaje: ahí no hay estrategia, táctica, ni velocidad que valga. Me demoraré en salir del aeropuerto lo que se demore en aparecer mi maleta por la cinta de equipajes. Lo más opuesto posible a una dulce espera.

Por eso me encanta TANTO haber empezado a usar Bob.io para mis viajes, no solo de ida sino de vuelta. Bob es un servicio que se encarga de llevar y facturar el equipaje por uno a la ida de vuelos que salgan de España, pero también puede esperarlo al regreso y llevarlo a tu casa en un período de pocas horas.

Y no es solo olvidarse de esperar en la cinta lo que me gusta tanto (que ya de por sí es un montón), sino poder volver en tren a casa bien ligera. Esas pocas calles desde la estación hasta de llegar a casita, con la maleta a cuestas, parecen extenderse por kilómetros cuando tengo que cargar con el peso de toda mi ropa (y una buena cantidad de alfajores, si estoy volviendo de Buenos Aires). En cambio sin la maleta es como dar un paseo.

El proceso para contratar el servicio Bob es muy simple: se reserva en cualquier momento ingresando nuestros datos de vuelo (como aeropuerto de partida, número de vuelo, horario de llegada, etc), y 24 horas antes de emprender la vuelta se hace una verificación biométrica a través de la web móvil.

Esto es porque Bob no es una simple empresa de transporte de equipaje, sino que trabajan codo a codo con la aduana de los aeropuertos españoles en los que operan. De modo que cuando en su sitio web marcamos la verificación de que no estamos transportando ninguna sustancia u objeto prohibido, eso tiene carácter de declaración jurada. Si hubiera algo ilegal dentro de la maleta, la responsabilidad será absolutamente nuestra, por más que quien la haya recogido de la cinta haya sido el personal de Bob.

Por supuesto que por seguridad propia y también de la empresa, es importante que hayas cerrado tu maleta con candado.

Pero volviendo al final de nuestro viaje, luego de hacer la verificación biométrica y haber llegado al aeropuerto de partida, nos quedan dos cosas más por hacer. Primero, tomar una foto al equipaje, para que el encargado de recogerlo en, por ejemplo, Barajas, pueda reconocerlo fácilmente. Y segundo, luego de facturarlo en el mostrador correspondiente, tomar una foto al resguardo (el papelito que nos dan para que en caso de que haya dos maletas iguales, puedas saber cuál es la tuya) y subirla a través de la web de Bob.

El resto es un placer: nos subimos al avión, llegamos a España, y salimos del aeropuerto sin esperar nada, ya que un agente de Bob recibirá a la maleta en la cinta por nosotros.

Y si (¡ojalá que no!) el equipaje hubiera sufrido algún daño durante el vuelo, el transportista se encargará de poner una reclamación a la aerolínea en nuestro nombre.

En un rango de pocas horas la maleta llegará a casa. Para organizarnos mejor, te avisan por SMS unos 30 minutos antes de llegar a tu domicilio (y si además usas un Airtag puedes ir siguiéndola en tiempo real).

¿Pero y si no me voy a ir directo a casa? Entonces podemos indicar que la dejen con otra persona que esté en el domicilio, o incluso con algún vecino de confianza.

El servicio de Bob tiene un valor de 20€ para la primera maleta, y 10€ por cada maleta adicional. Para mí vale muchísimo la pena, al ser de esas pequeñas cosas en las que no pensamos habitualmente al organizar un viaje, pero que mejoran muchísimo la experiencia y nos dan más tranquilidad y tiempo.

Si quieren ver cómo fue mi experiencia usando Bob para mi último viaje a New York, pueden ver el video que hice contándoles todo: