Para quienes tienen miedo a volar, enterarse de un accidente de avión es absolutamente aterrador, y es fácil tomar esto como una confirmación de que volar es peligroso, cuando sigue siendo la forma más segura de viajar en el mundo.
Anoche el vuelo de Aeroméxico AM2431 tuvo un accidente durante el despegue, en la ruta Durango-Ciudad de México, operado por un avión Embraer 190, en el que viajaban 97 pasajeros y 4 tripulantes. El gobernador del estado de Durango, Jose R. Aispuro, confirmó que no se registró ningún fallecido y solo dos personas presentaron lesiones graves. Por precaución se decidió llevar al hospital a todos los que estaban a bordo.
Sobre las causas, Alejandro Cardoza, portavoz de la Agencia de Protección Civil del Estado, comentó que ocurrió cuando el avión fue repentinamente afectado por una ráfaga de aire mientras estaba despegando desde el aeropuerto. El viento hizo que descendiera bruscamente y tocara tierra con el ala izquierda, desprendiéndose los dos motores del mismo.
Aispuro agregó que «la aeronave se proyectó fuera de la pista desplazándose sobre el terreno, y quedando aproximadamente a 300 metros de la misma, permaneciendo en posición horizontal, lo cual permitió la activación de los toboganes y una evacuación oportuna de los pasajeros antes de iniciarse el incendio de la aeronave».
Como regla general, los momentos de despegue y aterrizaje son aquellos en los que más debemos estar atentos en caso de que se produzca alguna falla. Pero sobre todo, a pesar de lo feo de la situación y las impactantes imágenes y testimonios, no está de más recordar que el avión sigue siendo la forma más segura de viajar y que cada año es más seguro.
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