Mi estadía en Estambul fue breve pero impecable: desde la comida deliciosa, todo el recorrido que hice junto con Tekser, el vuelo en Turkish, y, por supuesto, el alojamiento en el hotel 10 Karaköy.
Pronunciado “on karakoy”, el hotel tiene una historia muy peculiar: el edificio es uno de los más antiguos de la zona, datando finales de los 1700s. Fue primero un hospital (Balıklı Greek Hospital) y luego una posada (Balıklı Inn) para finalmente convertirse en el hotel de lujo que es hoy, totalmente modernizado.
Hay diferentes clases de habitaciones, pero las del primer piso (como en la que me quedé yo) es especialmente encantadora por los arcos curvos sobre las ventanas. Además de cómodo (desde la cama, los amenities y hasta la ducha, fundamental), se siente realmente moderno con un sistema que controla la ambientación del dormitorio a través de una pantalla táctil luminosa.
El distrito de Karaköy es uno de los más vibrantes y de moda en el corazón de la ciudad, y desde ahí es muy fácil acceder, incluso caminando, a sitios indispensables para conocer en Estambul, como la torre de Gálata, la calle Istiklal (conocida por sus negocios, museos, cafés, bares y galerías de arte), y también Sultanahmet, el palacio de Topkapi o el Grand Bazaar.
Pueden ver más sobre el hotel en su sitio web oficial, o en su perfil de Instagram.
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