Hace un par de semanas me encontraba atrapada en un dilema. Estaba leyendo un libro bastante interesante (La Economía Long Tail), pero sentía que a mitad de sus páginas ya se estaba volviendo algo repetitivo, y me costaba avanzar. Me parecía que ya había obtenido de él muy buenos conceptos, y que quizás fuese momento de avanzar hacia el siguiente.
El tema es que cuando empiezo un libro, me cuesta horrores dejarlo sin terminar, incluso si me aburre o me resulta malo. Tiene que ser extremadamente tortuoso leerlo para poder «darme por vencida». Este tipo de mentalidad, que me acompaña desde que soy chica, se contrapone con lo que trato de implementar hoy en día en mi vida: solo dedicarle tiempo a las cosas que disfruto y/o me enriquecen de alguna forma. Allí entonces estaba el dilema.
Indecisa sobre qué hacer, me acerqué a muchos de ustedes en Twitter y les pregunté qué hacen en estos casos. Los resultados fueron los siguientes:
O sea que básicamente en grupo estamos tan indecisos como yo individualmente.
Me quedé con un tweet de Santiago DoRego en el que me decía que la vida no es como la facultad, que no hay «bibliografía obligatoria», y que si un libro no me llena, debería pasar al siguiente. Creo que dio en el clavo, todavía vengo con una modalidad muy «de estudio» (aunque lo cierto es que querer terminar un libro pasa también por otros lados).
Por si les interesa, finalmente terminé de leer el libro, aunque hubo un capítulo que lo miré muy por arriba.
Ahora me gustaría preguntarle a los que todavía no respondieron, ¿qué hacen cuando les cuesta terminar un libro?
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