El año pasado se marcó un antes y un después en la historia de Internet. Nuestras vidas cambiaron completamente luego de conocer la verdad sobre la vigilancia del gobierno de USA, pero una de las cosas que más me preocupan es justamente que no todo el mundo parece tomar conciencia, son muchos los que todavía permanecen indiferentes ante la situación actual, les da lo mismo, no les importa, o no saben realmente las implicancias de que esto suceda.
Ayer me topé con un artículo publicado por Rick Falkvinge, seguro lo conozcan por ser quien fundó y presidió el Pirate Party de Suecia y por ser un referente en lo que respecta a política, privacidad e internet; en el mismo comenta cinco predicciones en lo que respecta a privacidad para este 2014.
1. Snowden continuará asombrándonos a quienes entendemos las implicancias de sus revelaciones
Con certeza, lo que conocemos hasta ahora del material filtrado por Snowden es la punta del iceberg. Hace unos días veía la conferencia que dió Jacob Appelbaum en el Chaos Communication Congress (la cual recomiendo que vean, y pueden encontrarla directamente en YouTube), en la cual habló sobre una tremenda cantidad de métodos que utiliza la NSA para espiar y para recolectar datos de individuos, ciudadanos, ‘targets’, en un nivel que no esperábamos.
Uno de los más asombrosos (tanto a nivel técnico, como jodidamente escalofriante) es el que permite que con un dispositivo puedan conectarse a redes privadas y robar información en cantidad, en un radio de 8 millas (12,87 Km). Ahora, como bien dice Falkvinge, ¿cuántos de nosotros sabemos cómo hacer eso? ¿cuántos somos concientes de la seguridad a ese nivel? Todavía tenemos mucho que aprender.
2. A los viejos medios seguirá sin moversele un pelo
A fines de diciembre, Glenn Greenwald (uno de los periodistas de The Guardian que comenzó con la distribución de información de Ed Snowden) comentó que los medios de Estados Unidos e Inglaterra son sirvientes de las mecánicas de vigilancia. ¿Qué quiso decir? El mejor ejemplo es el que dió en su conferencia del Chaos Communication Congress, en una entrevista con un periodista de la BBC, luego de que Greenwald desarrollara su punto de vista, este le dijo -parafraseando- «Simplemente no puedo creer que puedas sugerir que oficiales de alto rango, generales del gobierno de USA y de Inglaterra, estén en realidad haciendo falsas declaraciones al público». Por mi parte, entiendo a Glenn, y no puedo creer que un periodista sea tan naive.
Como bien comenta Falkvinge, los viejos medios dejaron de cuestionar cada palabra que dicen estos personajes, y comenzaron a tomar todo como verdad absoluta. Personalmente, quiero destacar el gran trabajo que realizan tanto The Guardian como Der Spiegel, que si bien son periódicos, no han tenido miedo para hacer su trabajo: informar.
3. La persona promedio no sabe o no entiende qué está sucediendo
Falkvinge comenta un caso personal y uno de los más frustrantes como activista, en el cual, tratando de explicar la ley FRA en Suecia (la cual básicamente busca que sin orden alguna de un juez se pueda intervenir cualquier teléfono y conexión a Internet que pase la frontera a territorio sueco), la gente lo tomaba de mentiroso, por más que él mismo leía desde el texto oficial del proyecto de ley.
En la persona promedio, la primer etapa es negación. No quieren creer que lo que está sucediendo les pasa a ellos. Y peor aún, que son cosas que probablemente únicamente vieron en películas o series, o en alguna noticia de un país de medio oriente en guerra.
4. Los políticos seguirán pretendiendo que no pasa nada
¿Vieron a sus políticos locales manifestar algún tipo de preocupación por todo lo sucedido desde junio de 2013? Las libertades civiles y su relación con el abuso de la vigilancia hacia los ciudadanos es algo que no está en la agenda de ningún político. Es algo superficial. ¿Qué importa si total pasó en Estados Unidos y países Europeos?
El simple hecho de que prácticamente nadie quería darle asilo a Snowden puedo entenderlo (no lo comparto, pero lo entiendo). ¿Quién querría tener a USA en contra, verdad? Pero que casi ningún representante haya salido a hablar públicamente frente a sus ciudadanos es algo aún más atemorizante. Al fin de cuentas, estamos ‘solos’ para defender nuestros derechos.
5. Las leyes que permiten la vigilancia masiva seguirán vigentes a menos que alguien pierda su trabajo debido a ellas
Como bien argumenta Falkvinge, ¿Cuál es la primer preocupación y objetivo de los políticos? Ser electo. Ahora, durante el mandato, ¿Cuál es su objetivo? Ser re-electo, claro. Cualquier problema que se ubique en el tercer lugar, está tan alejado de la agenda del día a día que es prácticamente imposible que pretendamos que los políticos se preocupen por resolver cuestiones de vigilancia masiva y privacidad, a menos claro que debido a las mismas, los políticos puedan perder su trabajo.
Durante estos meses, la situación no ha sino empeorado, y lo más atemorizante es que continuará haciéndolo. Personalmente lo tomo como deber el informar, o por lo menos hacer que otros se interesen por informarse y facilitar la información para que todos nos eduquemos sobre lo que está sucediendo frente a nuestras narices.
Así como el 2013 cambió nuestra forma de ver Internet, espero que este año nos sorprenda con nuevos cambios para mejorar nuestra calidad de vida. Y no, no están soñando. Por lo pronto, la privacidad sigue siendo sólo su responsabilidad.
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