Desde que tengo memoria, mi vida en lo que respecta al mundo tecnológico siempre giró en torno al trono de un OS dominante del mercado hogareño (y empresarial), un gigante ubicado en Redmond, California. Así es, no es de extrañar que Microsoft sea la primer puerta a la computación de muchas personas al rededor del mundo; y es que Windows ha logrado arraigarse como el OS por defecto de innumerables compañías vendedoras de hardware, logrando una cuota de mercado superior a cualquier otro. Pese a quien le pese.
Pero más allá de todo, siempre me dió curiosidad alcanzar nuevas fronteras. Así me apasioné por la tecnología. Y con mi primer notebook decidí darle un intento a convivir con otros sistemas operativos. La elección parecía clara. Linux.
En esa época, Ubuntu ya era algo completamente amigable con el usuario final, habían logrado llevar Linux a un nivel de uso gráfico increíblemente sencillo. Tan sólo había que acostumbrarse a aprender algunos detalles, como sacar provecho de la terminal, por ejemplo. Demás está decir que esa primer experiencia terminó siendo un desastre. Jugué tanto la terminal (instalando, probando, sobre todo emocionado con Compiz Fusion) que en un reboot la notebook me tiró Kernel Panic y no quise saber más nada; ni cómo solucionarlo, que problablemente era algo de hardware, nunca sabré.
Años más tarde me entero de un nuevo proyecto. Una distribución de Linux, basada en Ubuntu (12.04) pero con una UI prácticamente idéntica a OS X: Elementary OS. Emocionado esperé al lanzamiento de la versión estable (llamada Luna), y tras dudar algunos días, en un impulso digno de un niño en una dulcería, decidí instalarlo sin más. Chau Windows. Por completo.
Hace ya un mes que llevo probando Elementary OS en mi notebook y no puedo llegar a otra conclusión que felicitar a sus desarrolladores. Sigan leyendo para una crónica de estas semanas pasadas, incluyendo los miedos y complicaciones sorteadas.
Una de las barreras más difíciles fue sacarme el miedo de dar el paso por completo. Nada de hacer dual-boot, ni particiones. No. Y por otra parte, el miedo constante de tocar algo en la consola y romper el OS, como me había sucedido en mi experiencia previa.
En cuanto al primer punto, se desvaneció ni bien probé el OS mediante live-cd me dí cuenta de cómo reconocía absolutamente todo el hardware de la computadora. Incluso lo implementa mejor que Windows en ciertos aspectos, logrando que sea sumamento sencillo realizar por ejemplo la instalación de drivers de una impresora Epson Wi-Fi. Y sobre la terminal… bueno, todavía me queda mucho que aprender, pero aún así, siguiendo instrucciones, el miedo se va rápido y las bondades de su uso se hacen patentes. Además, nada como la satisfacción personal de lograr determinadas acciones directamente por consola (la última que hice: modificar el ícono de una aplicación que no me convencía en absoluto).
Una de las primeras cosas que se notan al comenzar a usar Elementary, es que quienes están detrás de su desarrollo saben lo que quieren. EOS está pensado para ofrecer todas las bondades de Ubuntu (y Linux en general), pero orientadas al usuario que busca ese eye-candy, que todos dirán que se copiaron de OS X. Y demos gracias que lo hicieron! (Tan sólo hagan una simple búsqueda en Google: “linux desktops” y verán de lo que les hablo, decir que sobre gustos no hay nada escrito), quienes amamos el minimalismo funcional, espacios pulcros y estéticos, definitivamente esta es su distribución de Ubuntu.
Como les comentaban anteriormente. En lo que respecta a drivers y a hardware (Mi notebook es una Samsung con un Core i5, 8Gb de RAM y un disco de 1Tb), no tuve problemas en absoluto en que EOS me reconozca todo como vino de fábrica. Wi-Fi, Bluetooth, trackpad multitouch, salida HDMI, y la frutilla del postre se la llevó el hecho de incluir los drivers del Magic Mouse de Apple (el cual no recomiendo en lo absoluto comprar, a menos que sean fanboys de la empresa o fanáticos del multitouch).
Uno de mis mayores miedos en lo que a software respecta, era no encontrar substitutos a mis programas de Windows que estén a la altura de los mismos. Salvo contados con los dedos de una mano, no tuve inconvenientes en adaptarme a variadas opciones open-source; y es que prácticamente Elementary ya cuenta con algunos programas básicos del día a día, desde Calendario, Mail, Conversaciones (Hangouts, Facebook, etc), Música, y lo que no, es fácilmente descargable desde el Software Center, en el caso de que gusten otras alternativas. Recuerden que no todo se encuentra allí, por lo que conviene buscar en el sitio de los desarrolladores de la aplicación que desean y buscar si tienen alternativas para Ubuntu.
Una genial manera de saltear la falta de determinadas aplicaciones, es utilizando Chrome apps, es sencillo y pueden tenerlas independientemente en su escritorio, por ejemplo, Pocket, Feedly, TweetDeck, lo que se les ocurra que corra como una extensión en Chrome.
Yendo a un ámbito más específico, me topé con determinadas barreras, fundamentalmente a lo que aplicaciones de diseño y edición se refiere. Convengamos que no soy diseñador, pero sí las utilizo constantemente para las imágenes que llevo a los blogs y demás. Hace años que me acostumbré al uso de Photoshop, pero es sabido que las alternativas open-source no dejan mucho que desear, e incluso llegan a competir… en cierto punto. Los mejores reemplazos tanto para Photoshop como para Illustrator son: GIMP e Inkscape, respectivamente.
Y en lo que respecta a edición fotográfica, me había llevado una grata sorpresa cuando encontré un gran rival de Lightroom, pero quedé instantáneamente desilusionado cuando lo empecé a probar. Darktable busca ser una alternativa al producto de Adobe; y aunque no es malo per se, todavía le queda mucho por recorrer. Probablemente alguien que utilice estas herramientas profesionalmente pueda darme una opinión más elaborada, la recibiré con ansias.
Mi solución? Utilizar una máquina virtual para correr las aplicaciones específicas de Windows, en Windows 7. Personalmente recomiendo VirtualBox, gran desempeño (eso sí, es recomendable una buena cantidad de RAM), y versatilidad. Probé Wine, si. Era el paso obligado por mi intento de suplir ciertas aplicaciones específicas, pero no logró convencerme en lo más mínimo. Tal vez lo utilizaría sin problemas en apps pequeñas, como Evernote por ejemplo. Pero más allá de eso, no me encontré usándolo constantemente. Con una excepción que me lleva a otro punto muy importante.
Si son amantes de Netflix prepárense para no poder utilizarlo en cualquier navegador. Y es que, si Netflix sigue en su política de utilizar Silverlight -la cual parece que no dejarán nunca-, a Linux no llegará jamás. Pero, gracias a la increíble comunidad que caracteriza a Linus, podrás instalar Netflix Desktop junto a Silverlight en una versión adaptada de Firefox. Todo por terminal, en sencillos pasos.
El hecho de convertir EOS en mi sistema operativo permanente o, mejor dicho, por tiempo indefinido, fue una decisión que se dio naturalemente en las primeras semanas de uso. Su belleza, sencillez y versatilidad hacen que sea un gran producto para quienes estén en la búsqueda de algo nuevo, y es que, como les comentaba anteriormente, hacía tiempo que luego de instalar un OS no me sentía como niño en una tienda de dulces, probando e investigando constantemente.
Los desarrolladores tienen todavía un largo camino por recorrer, ya que hay lugar de sobra para implementar mejoras, lo que no implica que tenga fallos, todo lo contrario, hay lugar para pulirlo y lustrarlo a la perfección. Todavía hasta la versión estable de Isis, la próxima versión de Elementary basada en Ubuntu 14, falta bastante tiempo, por lo que mientras tanto pueden ir probando Luna, incluso desde un live-cd. Verán que no se arrepentirán; y dado el caso, incluso podrán darle una vida a alguna vieja PC/notebook que tengan por ahí. Visiten la web del OS para descargarlo, y si se sienten generosos, donarle a los devs por su genial trabajo. Si ya tienen instalado EOS, les recomiendo dos blogs, Elementary Update y Artescritorio, para mantenerse al tanto de programas y herramientas para mejorar su experiencia, embellecer aún más su escritorio, y más.
Elementary OS llegó para quedarse. Ocupando un merecido lugar que hacía falta dentro de las distros de Linux. Como usuario final, no les deseo sino lo mejor para este proyecto.
Ustedes que dicen, le darán una oportunidad a EOS? Cuál/es es su distro de Linux favorita?
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