No es misterio que amo viajar. De hecho, si pudiese elegir una sola cosa para hacer el resto de mi vida, sería viajar y conocer cada rincón del planeta. El problema, por supuesto, es que esto no es nada barato.
Dejando de lado los costos de pasajes y alojamiento (que no son menores), algo que nos afecta muchísimo el presupuesto de cada viaje es el costo de vivir día a día en donde sea que estemos. A mí particularmente me gusta conocer ciudades y tratar de vivirlas y recorrerlas lo más genuinamente posible, con lo cual casi nunca viajo con un paquete todo-incluido, y me las tengo que ingeniar por mi cuenta para pasar mis días de la forma más divertida e interesante posible, sin gastar una fortuna.
Este año tuve la suerte de poder pasar mis vacaciones en la ciudad de Nueva York, y estos son algunos de los consejos que puedo darles para pasarla de 10 y al mismo tiempo ahorrar en viajes:
Jamás uses roaming para tu teléfono
El roaming es activar tu plan del celular para poder usarlo en el exterior, ya sea para hacer llamadas telefónicas o para usar Internet. Jamás, jamás lo uses. Los cargos de roaming son excesivamente elevados y la diversión de un par de días puede costarte miles de pesos.
En mi caso, lo que siempre, siempre hago cuando viajo a Estados Unidos es contratar un plan local para usar Internet en mi teléfono, para estar conectada no solo con las redes sociales, sino también para usar Skype o Whatsapp y poder hablar con mi familia mientras estoy lejos.
Desde hace años que cada vez que viajo hago esto a través de T-Mobile, porque no es necesario tener un contrato fijo para usar algunos de sus planes. Además se puede comprar tarjetas SIM compatibles con cualquier teléfono. En mi caso pude hacerlo con las características del iPhone 5 en su momento (usaba nano-SIM y tenía un hardware bellísimo con su pantalla de 4 pulgadas, cámara de 8MP, 1GB de RAM y 16GB de almacenamiento en mi caso) , y también con el 6 más adelante.
Les dejo un excelente post de Sir Chandler por si quieren informarse más al respecto.
No desestimes los supermercados
Cuando se viaja con poco presupuesto, la comida es una preocupación. En mi caso, algo que hicimos varias veces fue comprar comida simple en supermercados (pueden ser sandwiches, o algo de pan y fiambre, por ejemplo) así como bebidas, y armar «cenas caseras» improvisadas en la habitación del hotel.
Esto es especialmente útil si la estadía es extendida.
Los hoteles no siempre son más caros
Algo que aprendí, también, es que invertir mucho tiempo de búsqueda en sitios de hoteles online vale la pena.
En los últimos años pude viajar y quedarme en lugares muy lindos, a precios promocionales que salían lo mismo o menos que hoteles de menor categoría, hosteles o hasta departamentos de alquiler temporal (como Air BnB). ¿La clave? Buscar durante varios días.
Por supuesto acá depende del bolsillo de cada uno y de qué sea más importante. Tengan en cuenta la ecuación tiempo-ubicación-precio. Por esto me refiero a que a veces un hotel bien ubicado puede ser más caro, pero ¿cuánto se ahorran en transporte y en tiempo para llegar a los lugares que quieren visitar?
Espero que estos consejos les sean de utilidad, ¡y si tienen los suyos propios, por favor compártanlos en los comentarios!
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